Rubén tiene un piso con su ex novia. Sólo ella vive en él desde hace dos años y se lo quiere quedar, pero el banco no le concede hipoteca para comprar la parte de Rubén. El problema es que ella ha generado una deuda de 1.000 euros con el banco, pues se quedó sin empleo y dejó de pagar su parte. También lleva sin pagar la comunidad seis meses y no ha pagado la contribución del año pasado. Ahora le reclama a Rubén que se haga cargo de la mitad. Este dice que él ya se ha hecho cargo en otras ocasiones del pago íntegro de la hipoteca, del IBI, del seguro del hogar, todo ello sin reclamarle nada. Nos pregunta si se podría solucionar su problema por la vía legal.
Efectivamente siempre se puede iniciar una reclamación judicial, pero antes es muy recomendable intentar lograr un acuerdo amistoso que beneficie a ambas partes. Entendemos que comprasteis una vivienda en copropiedad siendo novios y que, tras la ruptura, ella quedó residiendo allí. Suponemos que entonces llegasteis a algún tipo de acuerdo como, por ejemplo, que la hipoteca se pagase por mitad y el resto de los gastos los abonase ella mientras viviese allí, a la espera de que ella pudiera llegar a comprar tu parte.
Puesto que finalmente parece imposible que ella compre tu parte al no tener suficiente capacidad económica, lo más probable es que la situación actual de incumplimientos se mantenga o incluso se agrave. Es especialmente preocupante el impago de la cuota mensual de la hipoteca, puesto que puede generar un vencimiento anticipado de la deuda total y una reclamación judicial del banco que pueda haceros perder el inmueble. No obstante, el impago del resto de deudas también puede dar lugar a una reclamación judicial que ponga en peligro el inmueble o que implique un embargo de tu salario.
Te recomendamos que hables con tu ex novia y busquéis una solución realista al problema: podéis hacer cuentas de lo que debe uno y otro y de aquello que tu hayas pagado de más. Si no es posible otra fórmula, poned en venta la vivienda y mientras tanto aseguraros que todo lo que se debe se pague, de forma que si tú pagas de más puedas luego recuperar lo abonado del precio que se obtenga por la venta. Si lográis llegar a un acuerdo es importante que se haga constar por escrito.