No es nuevo eso de que la Dirección General de Tráfico quiera que por la ciudad se circule más despacio. Que en determinadas zonas se estableciera un límite de velocidad a treinta kilómetros por hora en lugar de los cincuenta a los que estamos habituados es una idea que ya se viene barajando desde hace tiempo. De hecho algunos Ayuntamientos ya han establecido limitaciones de ese tipo en algunas de sus calles.
Lo que desea la DGT ahora es unificar esas disposiciones dispersas y modificar el Reglamento General de Circulación para que en todos los núcleos urbanos se establezcan unos criterios mínimos comunes. El objetivo es que no se circule a más de treinta kilómetros por hora en aquellas calles en las que existe un único carril para cada dirección o un único carril en una única dirección. Se mantendrían con el límite de cincuenta kilómetros por hora aquellas calles y vías de más de un carril por dirección que se supone que son las más concurridas y las que precisan en principio una mayor velocidad.
Con esta medida no se espera entorpecer el tráfico por estas calles que, en teoría al menos, no eran ya las más rápidas ni las que soportaban más tráfico y lo que se pretende es conseguir que existan menos atropellos mortales. Si a cincuenta kilómetros por hora, en un atropello, se salvan aproximadamente la mitad de las víctimas, a treinta kilómetros por hora se salvaría el noventa y cinco por ciento. Medida pues para aumentar la seguridad de los peatones especialmente en ciudad porque de los 286 que murieron atropellados en el año 2009 el cuarenta y seis por ciento fue en ciudad.
En cualquier caso, y a la espera de que esta modificación se produzca y entre en vigor, hay igualmente que estar muy pendiente cuando conducimos por ciudad porque, tal y como comentábamos al principio, existen ya municipios que han incorporado esta nueva limitación a diversas zonas y en la mayor parte de las ocasiones la señalización, tal y como pretende además llevarla a cabo en un futuro la DGT se realiza con pintura sobre el propio pavimento y no con señales verticales así que es importante, como siempre pero ahora en ciudad aún más, conducir con cuidado y fijándose bien. Porque saltarse esta limitación y conducir a más de treinta kilómetros hora es más fácil que respetarla estando acostumbrados los conductores como estamos a ir bastante más rápido por ciudad.