Llega el buen tiempo, suben las temperaturas y son muchos más los momentos en que resulta apetecible pasear con nuestros perros. Salimos más y los paseos son además más largos. Estamos más tiempo fuera de casa. Estar al aire libre y hacer ejercicio físico no solo es una necesidad de nuestro perro sino que además es una obligación legal que tenemos para con él.
Son muchos los aspectos que debemos cuidar cuando sacamos a un perro: su conducción por la calle, la recogida de excrementos, conocer los lugares en los que podemos entrar o no… pero hoy vamos a centrarnos específicamente en uno en concreto: cuando decidimos subirlo a nuestro coche.
En estos casos, la primera recomendación, que además es una norma que viene recogida en la legislación de tráfico, es clara: los animales deben viajar de tal forma que no interrumpan o distraigan al conductor. Si pensamos en el propio animal, éste debe viajar seguro y cómodo y no debemos olvidarnos, sobre todo si hacemos un viaje largo, de parar a descansar y de ofrecerle periódicamente agua y comida.
Las precauciones se extienden a los momentos en los que tenemos que dejar estacionado el vehículo durante un tiempo para realizar cualquier gestión. Si el animal va a quedarse dentro del coche es fundamental dejar suficiente ventilación, por ejemplo, bajando ligeramente algunas de las ventanillas, no exponer al animal a altas temperaturas, procurando dejar el coche aparcado en un lugar de sombra y no dejarlo solo dentro del coche mucho tiempo.
Todas estas previsiones son de sentido común pero además no hay que olvidar que son previsiones legales. Nuestra ley autonómica de protección de animales domésticos regula esta situación de forma concreta y establece como obligación del propietario que deja a un animal dentro de un vehículo estacionado, evitarle la exposición a temperaturas altas y procurarle ventilación suficiente.
Lo contrario pone en peligro la vida del animal y, de producirse su muerte por asfixia, podría ser considerado incluso un delito de maltrato de los previstos en nuestro Código Penal. Esto es lo que sucede en casos como el que ha ocurrido en Gijón, en el que un perro murió dentro de un vehículo, supuestamente por no cumplir con estas precauciones.