El inicio del nuevo curso y la vuelta a la normalidad y a la rutina después de las vacaciones es un buen momento para hacer una revisión de todas nuestras cuentas y plantear un plan de gastos adecuados a nuestra situación económica. Esta es, sin duda, una buena idea que se puede aplicar siempre, pero, tal y como están las cosas, en el momento actual es imprescindible.

Muchas veces por pereza o porque el día a día nos ocupa casi todo nuestro tiempo no pensamos en que podemos dar una vuelta a muchos de nuestros gastos para reducirlos o, si no es posible este punto, para mejorar las prestaciones que percibimos por ellos. Se trata solo de replantearnos algunas cosas. Por ejemplo, revisar las tarifas de nuestros teléfonos móviles o de nuestra conexión a Internet. Cada cierto tiempo las compañías lanzan ofertas interesantes con lo que es posible que podamos conseguir una conexión más rápida con menos dinero, una tarifa plana más adecuada a nuestras necesidades o un plan de llamadas que se ajuste a los horarios o minutos que normalmente consumimos mensualmente.

Este ejemplo es extrapolable a casi todos nuestros gastos fijos. Comparar y buscar ofertas en materia de luz, de gas, de seguros… es interesante. Podemos descubrir que lo que tenemos es lo correcto o tal vez con un pequeño cambio salgamos ganando. Pero también es importante no elegir tan solo en función de los números. Si hacemos este trabajo, buscamos nuevas ofertas y parece que encontramos algo mejor no hay que olvidarse de una segunda parte: hay que leerse bien todas las condiciones de cada contrato como, por ejemplo, exigencias de permanencia, si la oferta es permanente o solo dura los primeros meses y luego se aplica otro precio, si hay algún gasto adicional, si la aplicación de los descuentos conlleva alguna contraprestación…

Como decimos lleva un tiempo revisar estas cosas pero hoy en día en que la oferta es amplia para cada sector y en que la crisis consigue que se hagan propuestas interesantes, estar pendiente y aprovecharlas si es necesario puede suponernos menos gastos y mejores servicios.