Alberto tiene dos hijos casados a los que ayuda económicamente cuando atraviesan dificultades. Ahora uno de ellos le pide una importante cantidad de dinero y está dispuesto a entregársela siempre y cuando se la devuelva en determinadas condiciones. Nos pregunta si sería recomendable ponerlo por escrito y que podría pasar si su hijo no le devuelve el dinero.
No solo es recomendable, sino que es esencial redactar un contrato de préstamo. Puede ser un documento privado, sencillo, en el que se incluyan los datos personales del prestamista y prestatario, la cantidad prestada, la fecha o plazos de devolución, los intereses si desean pactarse, la fecha y la firma de ambas partes. Además hay que cubrir el impreso del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales pues aunque el préstamo esté exento de pago de este tributo existe obligación formal de cumplimentarlo y además, servirá para dejar constancia de que no se trata de una donación sino de un préstamo que ha de ser devuelto. Conserve una copia del contrato, pues será la prueba en caso de tener que reclamar judicialmente el pago.