Mónica tiene dos hijos de nueve y siete años y está divorciada desde hace casi tres años. En la sentencia se le concedió la custodia de sus dos hijos y el uso de la vivienda familiar hasta que los niños tuvieran vida independiente. No obstante Mónica está preocupada porque la vivienda familiar es propiedad exclusiva de su ex marido, quien está pagando la hipoteca de la misma. En los últimos meses ha percibido un cambio de actitud y sospecha que puede tener dificultades para seguir pagando la hipoteca o incluso que se esté planteando vender. Nos pregunta hasta qué punto le protege la sentencia en la que se le concede el uso de la vivienda.
Las medidas adoptadas en la sentencia de divorcio, en tanto no se modifiquen judicialmente, deben ser respetadas. Ahora bien, al tener tu ex marido la titularidad exclusiva de la vivienda familiar sus posibilidades de actuación son mayores, por lo que te recomendamos, si no lo has hecho aún, que procedas a inscribir en el Registro de la propiedad el derecho de uso contenido en la sentencia. De este modo, estarás mejor protegida frente a terceros. No obstante, ten en cuenta que si las circunstancias que existían en el momento en que se tramitó el divorcio variasen sustancialmente, se podría iniciar un procedimiento de modificación de medidas, por lo que a largo plazo no se puede garantizar que las cosas siempre vayan a seguir igual.