Jesús tiene un hijo de veinte años que vive con su madre desde que hace diez años se divorciaron. Paga una pensión alimenticia de casi trescientos euros, que sigue ingresando en la cuenta de su ex mujer. Es consciente de que no se puede dejar de pagar la pensión porque el hijo sea mayor de edad, pero quiere saber si puede dejar de pagarla si el hijo abandona sus estudios y tampoco trabaja.
Dada la actual situación de crisis económica, que una persona no tenga trabajo no implica automáticamente que no quiera trabajar. Es cierto que si pudiendo trabajar decide no hacerlo o su situación de necesidad se deriva de su mala conducta o de su actitud irresponsable, podría extinguirse la obligación de pago de la pensión alimenticia, pero no se pueden establecer generalizaciones. Es necesario valorar cada caso en concreto y si se considera que existen pruebas que justifican la extinción, instar un procedimiento judicial de modificación de medidas para que así se declare, pues es necesario que la declaración de la extinción se haga judicialmente.