Inmaculada se ha divorciado hace varios meses y tiene una niña de tres años que tiene que pasar cierto tiempo con su padre. Tienen conflictos porque cuando la niña está enferma, Inmaculada no quiere que el padre se la lleve aunque sea el tiempo que le corresponde. El abogado común les dice que tienen que lograr entenderse pero ella no sabe que hacer y teme que su ex marido la denuncie si no cumple. Nos pregunta si hay algún criterio que pueda seguir y la ayude a decidir.
Como vuestro abogado os indica, lo mejor es buscar el acuerdo, pensando siempre en el interés de la niña. Ahora bien, si no hay acuerdo, lo mejor es guiarse por el criterio médico y solicitar, a poder ser, que el pediatra indique este por escrito, de forma que puedas demostrar la razón de tu comportamiento. Ten en cuenta que no hace falta que la niña esté perfectamente recuperada para que se vaya con su padre. Es suficiente que la fiebre y los síntomas estén controlados para que pueda seguir su tratamiento con él. Por ejemplo, si la niña tiene fiebre alta y está muy débil, es muy posible que su pediatra te indique que guarde cama, por poner un ejemplo, veinticuatro horas. Si es así, durante ese tiempo no podría ir con su padre. Ahora bien, pasado ese primer momento, cuando la fiebre puede controlarse con un antitérmico y la niña ya puede salir de casa, no hay razón para negarse a las visitas. En ese caso, deberías advertir a su padre las pautas de medicación y cuidados (que el pediatra habrá indicado previamente) y confiar en que sabrá cuidarla. Si no fuera responsable, siempre podrías ajustar tu criterio a las situaciones que se vayan presentando.