María y su marido tienen un hijo de quince años y quieren separarse. No van a divorciarse por el momento, pero quieren darse un tiempo y, sobre todo, dejar de estar en gananciales. Están pensando en acudir a un Notario a hacer separación de bienes y empezar a llevar vida separada. Nos preguntan si con esto es suficiente o si sería mas aconsejable hacer una separación judicial.
Con unas capitulaciones matrimoniales se consigue pasar a estar en separación de bienes, disolviendo y liquidando el régimen de gananciales, pero no se producen los mismos efectos que en una separación judicial. Cuando no hay hijos la cuestión tiene menor trascendencia, pero en vuestro caso, con un hijo de quince años, se impone dejar claro el tema de la patria potestad, custodia y alimentos. Supongo que ya habréis pensado la forma de resover estas cuestiones, pero a menos que sean establecidas en un procedimiento judicial no podrán ser exigidas en caso de incumpliento por cualquiera de las partes. Lo mas seguro es optar por una separación judicial, que si es amistosa no implica pago de tasas, será rápida e incluirá la liquidación del régimen de gananciales.