Un 18% han aumentado los divorcios en Asturias en el primer trimestre del año, respecto a los mismos datos del mismo periodo del año anterior. Se rompe la tendencia a la baja que venía dándose desde el comienzo de la crisis.
¿Cuáles son las razones que explican este incremento? Resulta difícil aventurarse a ofrecer una única explicación e incluso los expertos no ofrecen conclusiones claras pero desde nuestro punto de vista sí que puede apuntarse una al menos que puede influir en este ascenso.
Si bien siempre se ha argumentado que las dificultades económicas son una de las causas frecuentes de las disputas familiares que pueden desembocar en una ruptura, en una situación de crisis generalizada como la que estamos atravesando, divorciarse supone complicar la economía de ambas partes. Si los miembros de una pareja juntos pueden encontrarse con dificultades para llegar a fin de mes, vivir separados implica el mantenimiento de dos domicilios en lugar de uno, el pago de pensiones alimenticias, compensatorias, hipotecas y préstamos pendientes… Y aquellos que no tienen problemas económicos también se lo piensan dos veces por ese miedo social a que tarde o temprano la crisis llegue a afectarles.
Si antes se decía aquello de que las parejas no aguantaban nada y se divorciaban a la mínima, durante estos años hemos vivido el efecto contrario: aguantar porque otra solución es insostenible.
El aumento de divorcios este trimestre puede guardar relación con el levísimo repunte económico que se anuncia. Es posible que, ante esos buenos augurios, aquellos que ya se lo pueden permitir opten por liberarse de una relación ya terminada y abrir la puerta a nuevos horizontes personales.
Junto a este punto influye, y esto sí está contrastado, la cuestión estacional. Tras las vacaciones de verano y las navidades se incrementa el número de divorcios. Las familias pasan más tiempo juntas y los problemas afloran hasta el punto de volverse insoportables para muchos.
Sea cual sea la razón por la que se llegue al divorcio y las circunstancias personales, el consejo, no obstante, siempre es el mismo: mejor llegar a un acuerdo.