Alejandro nos pregunta si genera muchas complicaciones a sus herederos el hecho de que él decida hacer testamento de puño y letra en lugar de ir a un notario. Quiere hacer testamento pero no quiere abonar los gastos notariales que conlleva hacerlo de esa forma.
En primer lugar, es importante saber hacer bien el testamento de puño y letra, u ológrafo, que es como lo denomina la ley. Todo él debe estar redactado a mano por el testador con fecha completa (día, mes y año) y si hay palabras tachada, deben estar enmendadas con firma del testador.
Luego es importante dejarlo en manos de una persona de confianza que vaya a presentarlo en cuanto se produzca el fallecimiento pues no queda registrado de forma pública. Y, por último, sí conlleva trámites judiciales y notariales pues es imprescindible su protocolización tras el fallecimiento del testador.
Resulta más seguro y sencillo hacer un testamento abierto ante notario y su coste no es una razón para no hacerlo de esta manera.