Esta semana nos ha tocado revisión con una de nuestras mascotas en el veterinario.
Visitar a un profesional ya sea veterinario, dentista, pintor o abogado… no es algo que hagamos de forma extraordinaria sino que resulta bastante habitual en la vida de cualquiera de nosotros y, por este motivo, no está de más recordar unos cuantos consejos básicos.
El primero es, sin duda, elegir al más adecuado para aquello que queramos solucionar y, el segundo, solicitar presupuesto en atención a la actuación para la que le solicitemos. De esta forma no nos encontraremos con sorpresas a la hora de pagar. Si tenemos dudas podemos pedir presupuesto a varios y elegir en función de la relación calidad del servicio y precio que estemos dispuestos a abonar.
Si, a pesar de todas las precauciones el servicio no es lo que esperábamos queda la opción de la reclamación… pero partir de una buena elección con un presupuesto previo es aproximar, en la medida de lo posible, un resultado exitoso.
Nosotras esta vez no tuvimos problemas ni sorpresas y nuestra pequeña gatita fue atendida perfectamente.
Si tienes más curiosidades jurídicas, síguenos: