Los tribunales y el Toro de la Vega.
Sin duda Tordesillas es mucho más que la “fiesta” del Toro de la Vega. Pero durante años y años, los que tenemos una cierta sensibilidad animalista no podíamos dejar de pasar por ese lugar sin tener sentimientos encontrados. También durante años y años, la lucha entre la defensa de la tradición y la defensa de los derechos de los animales dejó múltiples episodios y enfrentamientos sin que nada pudiera cambiarse hasta mayo de 2016.
En esa fecha un Decreto Ley del Gobierno de Castilla y León prohibía por fin la muerte del animal. Hasta ese momento, el Toro de la Vega era alanceado hasta su muerte por los campos de localidad hasta llegar a las orillas del río Duero.
Desde entonces se aplica esta norma y, por tanto, no se han matado más toros en ese festejo de esa manera, a nuestros ojos, tan cruel. No obstante, la batalla legal y judicial no finalizó ahí. Ese tan solo fue el punto de partida para que el Ayuntamiento de Tordesillas iniciara una serie de reclamaciones judiciales cuyo fin era conseguir la anulación del Decreto Ley y la recuperación de la fiesta tal cual se venía celebrando desde tiempos medievales.
Entre sus argumentos estaban, y están porque se siguen manteniendo, que con la eliminación de la muerte del toro alanceado se elimina la esencia del rito popular que da origen a las corridas, que acuden 40.000 aficionados frente a 100 animalistas, que la muerte del toro no atenta realmente contra su dignidad sino que la incrementa… además obviamente del componente económico que siempre conlleva uno de estos eventos y que al final es la clave para entender muchos de ellos.
Los giros judiciales dieron lugar el 30 de abril de 2018 a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que finalmente mantiene el Decreto Ley y cuya respuesta a estos argumentos del Ayuntamiento de Tordesillas es tan buena que nos vamos a limitar a reproducirla:
“Y, por otro lado, la tradición sin más no es un argumento para justificar la persistencia de determinados ritos que la sensibilidad social actual puede rechazar. No hace falta citar aquí tradiciones de tiempos pasados cuya admisión ahora resulta impensable. Tampoco la asistencia de un mayor o menor número de visitantes al festejo, sean partidarios o detractores, puede justificar que se pueda considerar inconstitucional el Decreto-ley 2/2016. No puede desconocerse que el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea considera a los animales seres sensibles y que en España por unanimidad se ha aprobado una proposición de ley para modificar el Código civil, la Ley Hipotecaria y la LEC para eliminar la cosificación jurídica de los animales y que sean considerados como seres vivos dotados de sensibilidad, lo que evidencia que existe un cambio social sobre el tratamiento que han de recibir los animales, que se traduce en normas jurídicas incompatibles con algunas tradiciones”.
Efectivamente el concepto de la “tradición” por sí misma no puede sustentar que se mantengan determinados “festejos” o rituales que son propios de un tiempo pasado. La sociedad cambia, la sensibilidad cambia, el mundo cambia y no solo en materia de animales. Podríamos poner multitud de ejemplos que antes eran castigados, perseguidos o no considerados por las normas y que hoy en día nos repugnarían porque, evidentemente, hemos avanzado, y mucho, en infinidad de aspectos. En materia de protección de animales aún nos queda mucho, sin embargo.
Pero sigamos con la historia del Ayuntamiento de Tordesillas… Evidentemente no fue de su agrado esta sentencia y decidieron continuar con su batalla judicial para que el Decreto ley fuera declarado inconstitucional pero en el camino han tropezado con el Tribunal Supremo.
En una providencia del pasado diciembre pero que se ha dado a conocer ahora, el Supremo establece que no hay interés casacional en el recurso del Ayuntamiento porque en la sentencia que se recurre queda suficientemente clara la improcedencia de la cuestión de inconstitucionalidad, entre otros motivos.
Y con esto fin del asunto judicial porque no caben más recursos.
¿Es también el fin definitivo del Toro de la Vega? Queremos creer que sí, pero el Ayuntamiento ha anunciado que encargará nuevos informes para comprobar si existen otros caminos jurídicos que hagan renacer el antiguo festejo tal cual se llevaba a cabo.
Desde luego, volver atrás se nos hace ahora impensable más que nada porque seguimos creyendo que Tordesillas es mucho más que el Toro de la Vega y flaco favor están haciendo a esta idea los que insisten una y otra vez en mantenerlo.
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