Cada vez más todos somos conscientes en mayor medida de nuestros derechos en cualquier materia y en cualquier situación en la que nos encontremos en nuestra vida y cada vez tenemos mejor información y resulta sencillo acceder a ella, con lo que es relativamente frecuente que cuando nos surge cualquier problema jurídico tratemos de buscar alguna solución hablando con algún amigo que estuvo en una situación parecida, comparando con otros casos que conocemos, buscando por internet detalles que nos ayuden a comprender la situación o preguntando a personas que por su profesión o cargo puedan tener algún conocimiento mayor del tema que nos preocupa.
Todos hemos hecho esto en alguna ocasión y no sólo con cuestiones jurídicas sino con asuntos de todo tipo. Unas de los más característicos son, sin duda, las cuestiones médicas. Si se le pregunta a un médico en relación con este tema seguro nos pueden indicar anécdotas en las que los pacientes acuden a la consulta habiendo hecho un estudio previo de sus síntomas y enfermedades a través de la red. Lo mismo ocurre con el derecho.
Y no vamos a decir que no es positivo. Por supuesto, que contar con información, con la máxima información posible, es estupendo. Y probablemente muchas pequeñas dudas puedan resolverse eficazmente de esta manera. No obstante, también es preciso contar con la ayuda de los profesionales y escuchar sus consejos, dados desde el conocimiento técnico de la materia, cuando se trata de un tema de su especialización. No se puede concluir, por ejemplo, que en nuestro caso nos va a quedar tanta cantidad de pensión alimenticia en un divorcio o tanta parte de la herencia de esta persona o nuestro arrendador tiene que realizar tal obra, por lo que conozcamos de casos que nos parezcan similares o por lo que hayamos creído entender de la lectura de cualquier artículo porque las circunstancias particulares de cada caso pueden determinar resultados diferentes para cada caso. Es importante consultar con el profesional en la materia y, sobre todo, hacerlo antes de dar los pasos que creamos necesarios porque de esta manera contaremos con el asesoramiento necesario para no cometer errores que siempre son más difíciles de solucionar a posteriori.