Berta es inquilina en un piso desde hace cuatro años y medio. Casualmente se ha enterado de que el propietario tiene el piso en venta, sin que a ella le haya comentado nada. Tiene miedo que, en caso de que logre venderlo, el nuevo propietario pueda echarla de la vivienda. Nos pregunta si esto es posible y si el propietario está actuando legalmente o debiera esperar a que el contrato finalice para poder vender. También quiere saber hasta cuando puede durar el contrato teniendo en cuenta que se firmó por un año legalmente prorrogable.
En principio nada impide que el propietario ponga a la venta su vivienda. Ahora bien, si la venta se produjera el nuevo titular deberá respetar el contrato de arrendamiento por lo menos durante sus cinco primeros años de duración, incluso aunque al comprar ignore que se trata de un piso alquilado. Por tanto, el nuevo propietario se situará en la posición que ocupaba el arrendador.
En cuanto a la duración de tu contrato, tienes derecho a permanecer como arrendataria durante cinco años. Transcurrido este plazo cualquiera de las dos partes puede dar por terminado el contrato que solamente se prorrogará en el caso de que ambas partes estén de acuerdo. La forma de evitar esta prórroga es notificar a la otra parte la intención de no prorrogar con al menos un mes de antelación a la fecha en que se cumpla la quinta anualidad del contrato.
Si el propietario no te notifica el término del contrato a los cinco años, tal y como te indicamos, podrás permanecer en la vivienda arrendada hasta tres años más, de manera que tu podrás decidir cada uno de esos tres nuevos años si te vas o te quedas, pero el propietario estará vinculado por lo que tu decidas desde el sexto al octavo año de duración del contrato.