María está casada y no trabaja actualmente, pues dejó su trabajo cuando tuvo a su hijo, que ahora cuenta con cuatro años de edad. Por problemas de convivencia decidió comunicar a su marido que deseaba divorciarse, abandonando su esposo el domicilio familiar tras esa conversación que se produjo ya hace varios meses. Desde entonces él pide tiempo para pensar, pero ha cancelado las cuentas bancarias familiares y tan solo paga los recibos de luz, agua, comunidad y algunas otras cosas contratadas, pero no le da ninguna cantidad para comida u otros gastos, debiendo María pagar estos gastos con ayuda de sus padres. Además, se lleva al niño cuando le viene en gana y no cumple los horarios que promete. No quiere denunciarle por vía penal, porque le parece desagradable, pero nos pregunta cuánto tiempo tiene que esperar en esta situación hasta poder lograr el divorcio que desea. Cree que está en sus manos porque no cuenta con ingresos suficientes para contratar a un abogado y sus padres ya están al límite de sus posibilidades económicas ayudándola con los gastos mensuales.
El consejo es que no esperes ni un día más. Que no tengas dinero para contratar un abogado no impide que puedas defenderte, pues tienes la opción de solicitar el beneficio de justicia gratuita y pedir que te nombren abogado y procurador del turno de oficio. Una vez cuentes con un abogado asignado, si no se logra un acuerdo rápido que resuelva la situación, es recomendable solicitar en el juzgado la adopción de medidas provisionales, para que se establezca la obligación del esposo de contribuir a las cargas familiares y se organice el tema de la custodia y visitas del menor entre tanto se logra una sentencia de divorcio. Será tu abogado quien, a la vista de las circunstancias concretas del caso, pueda hacer una aproximación de las expectativas que puedes tener de cara al divorcio.