Por circunstancias personales estos últimos meses hemos estado en contacto con diversas agencias inmobiliarias y, después de nuestra experiencia personal, hemos pensado que podría ser interesante hacer una reflexión acerca de unos cuantos puntos que no debemos olvidar cuando utilizamos los servicios de una de estas agencias, tanto si somos compradores como si somos vendedores.
En nuestro caso, estábamos en el segundo de los supuestos. Cuando queremos vender un inmueble de nuestra propiedad, dos son las dudas que inicialmente se nos pueden plantear: ¿cuál es el precio al que debe salir al mercado? y ¿qué vía utilizar para publicitarlo y ponerlo a la venta?
Si no tenemos idea del valor de nuestro inmueble y de cuál puede ser el precio correcto de mercado, la mejor opción, sin duda, es acudir a un especialista que nos haga una peritación. No obstante, esta opción no es barata y el perito nos va a cobrar una determinada cantidad por realizar su informe.
Otra posibilidad es acudir a una agencia inmobiliaria para que, conforme a su experiencia, nos vean el piso y lo pongan a la venta en un precio de mercado. Esta opción tiene sus inconvenientes. Es fundamental que acudamos a más de una agencia para comparar opiniones y sacar nuestra propia conclusión. Si no nos convence lo que nos dicen (a nosotras nos pasó y por mucha diferencia), es recomendable visitar los principales portales inmobiliarios por internet y ver inmuebles de las mismas características en nuestra misma zona para sacar una idea aproximada de los precios de bienes con características similares y no irnos de precio por arriba ni por abajo.
Al fin y al cabo, la última palabra en materia de precio la tenemos nosotros.
En cuanto a los sistemas que tenemos para publicitar nuestro inmueble, contamos básicamente con tres: publicitarlo por nuestra cuenta, acudir a una agencia inmobiliaria o una de las que ofrecen sus servicios por Internet.
Estas últimas suelen permitirnos poner nuestro anuncio de forma gratuita pero no todas. Algunas nos exigen darnos de alta a través de una llamada o un mensaje de texto que no son gratuitos. Todas tienen la opción de promocionar nuestros anuncios previo pago de una determinada cantidad. Si vamos a dar de alta nuestro inmueble a través de alguna de ellas, es importante contar con todos los datos y fotos de las diversas estancias antes de empezar el proceso y estar pendiente de nuestro correo electrónico porque nos van a pedir la confirmación de que el inmueble sigue en venta cada cierto tiempo.
Si acudimos a los servicios de una agencia inmobiliaria, estos nunca son gratuitos. Perciben como honorarios un porcentaje del precio de la venta. Es importante conocer este porcentaje desde el principio y tener cuidado de no dejarles en exclusiva el bien. Si lo hiciéramos así no podríamos acudir a los servicios de otra inmobiliaria en el plazo pactado. Y lo interesante para proceder a una venta más rápida es que el bien pueda estar en varias agencias al mismo tiempo. Podemos optar por dejar las llaves o simplemente estar cuando nos avisen de una visita. Nosotras preferimos lo segundo porque nos permite controlar quién visita el inmueble y podemos contar detalles de nuestro bien que tal vez la agencia desconoce.
Si, por el contrario, somos futuros compradores y estamos buscando un inmueble, debemos acudir a los mismos canales para buscar el inmueble que se ajuste a nuestras expectativas. Nuestra primera recomendación es acudir a alguna de las páginas que ofertan por la red. Podemos ver fotos y precios de los bienes en venta que tengan las características que buscamos en la zona elegida. Aunque no encontremos nada que nos pueda gustar, obtenemos una información de la situación de mercado que nos va a servir a la hora de buscar por otras vías.
Si acudimos a una agencia inmobiliaria, esta nos va a hacer firmar un documento con las visitas que realicemos. Es lo habitual para justificar que hemos conocido el inmueble a través de su gestión y, por tanto, proceder a cobrar en su momento sus honorarios.
En cualquiera de los casos, utilicemos la vía que utilicemos, es muy importante conocer bien la situación del inmueble antes de dar el paso de ofrecer el pago de ningún de señal, de cerrar ningún acuerdo o de firmar ningún contrato. Es esencial comprobar metros, estado de pagos a la comunidad de propietarios y si esta tiene pendiente el pago de alguna derrama futura, si quién nos lo vende es realmente el propietario, si el bien tiene alguna carga, si está alquilado, si existe en los estatutos del edificio alguna limitación que sea importante para nosotros como, por ejemplo, la no tenencia de animales o la imposibilidad de realizar algún tipo de actividad en el bien…
Estamos haciendo una inversión importante y no debemos llevarnos sorpresas.
Esto respecto a la elección, lo de solicitar un préstamo hipotecario a una entidad bancaria es otro mundo del que hablaremos en otra ocasión.
En caso de duda, es interesante consultar la situación a un abogado antes de seguir adelante y que el problema sea mucho mayor.
Tanto si estáis en una posición como en otra, no olvidéis hacer cada paso correctamente. No es una cuestión de suerte, es esencial hacerlo bien.
Si tienes más curiosidades jurídicas, puedes leernos y seguirnos en nuestras redes sociales: