Fernando es arrendatario en una vivienda en la que desde la pasada primavera se producen fuertes ruidos que proceden del piso de arriba. Se han tomado diversas medidas como hablar con la vecina, colocar carteles en el portal e incluso llamar a la policía. Esta le aconseja que avise de noche, cuando el ruido se produzca, para que se pueda realizar una medición. Fernando no cree que esto sea posible puesto que resulta difícil predecir cuándo se producirán los ruidos, que son espaciados y no siguen un patrón determinado. Nos pregunta qué puede hacer.
Lamentablemente hay muchas personas que se encuentran en tu situación. Hasta ahora has seguido los pasos correctos: intentar hablar con la persona que causa los ruidos y, ante la falta de colaboración, poner los hechos en conocimiento de la policía para que se inicie un procedimiento en vía administrativa a fin de sancionar a esta persona si se superan los niveles de ruido permitidos.
El problema, como bien sabes, es la prueba de la existencia de esos ruidos. Puesto que las molestias son subjetivas, la única forma de seguir adelante con una reclamación es aportar una medición del volumen del sonido, lo que se puede hacer a través de la policía municipal, como ya te han informado. Ten paciencia e intenta encontrar algún tipo de patrón de ruido que se repita o que se mantenga, para poder lograr una medición.
Una vez consigas pruebas varias son las posibilidades. La primera, que ya conoces, lograr que tu vecina sea sancionada en vía administrativa. La segunda, una acción de cesación de actividades molestas en vía civil, aunque este camino ha de iniciarlo la comunidad de propietarios, en la que tu, como inquilino, no tienes participación. No obstante una opción puede ser hablar con el propietario, pues como arrendador es responsable de que puedas utilizar la vivienda arrendada sin estos inconvenientes y puede trasladar esta cuestión a la comunidad si tu facilitas las pruebas adecuadas.