Entra en vigor la que ya es popularmente conocida como “ley antitabaco”. Una ley mucho más restrictiva que la anterior y que expande la prohibición del “prohibido fumar” a múltiples lugares públicos que no estaban comprendidos en la legislación actual. Vamos a tener que acostumbrarnos a no poder fumar prácticamente en ningún lugar público y tenemos que ir olvidándonos de las zonas especialmente habilitadas para fumadores en bares y restaurantes u otros lugares públicos (salvo establecimientos penitenciarios, centro psiquiátricos o residencias de personas mayores o con discapacidad en las zonas exteriores o en salas habilitadas al efecto) o de gestos tan típicos como el de “salgo a fumar a la puerta del hospital o del colegio”.
La lista de lugares en los que no se puede fumar es tan larga después de esta ampliación que casi resulta más sencillo explicar dónde sí se puede fumar que prácticamente queda restringido a nuestros domicilio particular, la calle y espacios abiertos aunque no todos. Sí podemos fumar curiosamente en los estadios y en las plazas de toros si son lugares que no se encuentren cerrados aunque estemos al lado de otras personas y en terrazas que igualmente se encuentren abiertas pero no, por ejemplo, en los parques infantiles y en las áreas o zonas de juego para la infancia incluso los que se encuentren al aire libre cuando sean lugares con equipamiento para el juego y esparcimiento de menores.
Por alcanzar alcanza la prohibición hasta los medios de comunicación pues se prohíbe la emisión de programas o imágenes en los que los presentadores, colaboradores o invitados aparezcan fumando, mencionen o muestren, directa o indirectamente, marcas, nombres comerciales, logotipos o cualquier otro signo asociado a productos del tabaco.
Tal y como están las cosas, no queda de otra, hay que cumplir la ley y hacer sencillo su cumplimiento pasa, como siempre, por conocerla, acatarla y exigir su cumplimiento pero con buen humor y tolerancia pues, aunque para los que no somos fumadores pueda ser positiva en muchos aspectos, también hay que tener en cuenta que para los fumadores será necesario un tiempo de adaptación aunque solo sea porque asumir toda la información, amplia y totalmente diferente a la que había hasta ahora, no se puede hacer de la noche a la mañana.