No nos cansamos de insistir. En una comunidad de propietarios las cosas deben hacerse correctamente desde el punto de vista legal si se desea que los acuerdos que se adoptan puedan llegar a buen puerto. No se puede impedir que algún copropietario los impugne judicialmente si ese es su deseo, pero difícil defensa se puede hacer si la comunidad no hizo bien los deberes.
Y es que siguen siendo muchas las comunidades que actúan por inercia, sin un mínimo conocimiento de la Ley de la Propiedad Horizontal, sin contar con un libro de actas, sin saber siquiera cuáles son las cuotas de participación de cada copropietario o sin tener a mano el Título Constitutivo y, cuando los haya, estatutos de la comunidad. Toman los acuerdos sin fijarse en el quórum necesario y muchas veces sin haber realizado una convocatoria correcta de la junta, olvidándose a menudo de los locales comerciales a no ser que quieran algo de ellos.
Que las cosas en una comunidad siempre se hayan hecho mal no crea una costumbre y aunque lo hiciera, prevalecen las leyes.
Sabemos que no es fácil tomarse la molestia de leerse y comprender la ley. También es lógico pensar que en tiempos de crisis no todas las comunidades puedan permitirse contratar un administrador de fincas. Pero hay que hacer un esfuerzo e intentar hacer las cosas bien. Hoy día la información es accesible para todos y en toda comunidad hay siempre algún propietario dispuesto a que las cosas se hagan bien. Hagamos un esfuerzo, como mínimo, cuando se trate de un acuerdo de importancia.