Cuando se produce un divorcio, especialmente si ocurre cuando existen hijos y estos son aún pequeños, las circunstancias que se tuvieron en su día en cuenta para establecer las nuevas condiciones de la vida por separado de sus padres, pueden ir cambiando a lo largo de los años. La situación económica puede variar, los niños van creciendo y también sus necesidades no solo materiales sino afectivas cambian y la vida de cada uno de los padres va modificándose con la existencia de nuevas parejas, otros matrimonios o la tenencia de nuevos hijos.
Por este motivo muchos de los aspectos que se deciden en una separación o en un divorcio no son inmutables. Si llega un momento en que un hijo comienza a trabajar, o el padre que abona los alimentos se queda en paro y no tiene ingresos o éstos se reducen de una manera considerable, o parte de la familia cambia de domicilio y es imposible mantener el régimen de visitas que está fijado debido a la distancia o la parte de la pareja que percibía del otro una pensión compensatoria piensa convivir con otra persona…es necesario reajustar todo aquello que inicialmente se estableció como lo más válido cuando se produce un cambio sustancial de las circunstancias.
Lo que ocurre es que en muchas ocasiones, por pereza, por desconocimiento, por no volver a meternos en líos de juzgados y abogados, lo arreglamos con imponer una nueva práctica que poco o nada tiene que ver con lo que aparece en la sentencia de separación o divorcio o en el convenio regulador que un día firmamos. Y no es lo más correcto. Lo aconsejable es modificar legalmente esas medidas que ahora han quedado inservibles vía judicial. Si ambas partes de la pareja están de acuerdo será rápido y sencillo y, de esta manera, evitamos cualquier problema que pueda surgir de ese desajuste entre realidad y legalidad. Y es que las consecuencias pueden ser importantes porque, por ejemplo, mientras no se determine en una nueva sentencia que los alimentos se quitan o se reducen sigue existiendo la obligación tal cual se reguló en su momento, lo que puede llevar a confusiones y reclamaciones incómodas.
Es más fácil dar el paso y pasar por el Juzgado de nuevo cuanto antes.