R.P.S vive en una comunidad de doce propietarios en la que se acordó, con el voto favorable de diez de ellos, no tener perros en el edificio. A pesar de esta decisión hay un vecino que tiene un perro que, además, molesta con sus ladridos. También tienen problemas con este mismo vecino porque utiliza la aspiradora a altas horas de la noche. Nos pregunta que pueden hacer para solucionar estos problemas.
En primer lugar, para prohibir la tenencia de animales en una comunidad no es suficiente adoptar un acuerdo por mayoría en la junta de propietarios, pues es imprescindible la unanimidad y, si se desea que tenga efectos frente a terceros, hay que incluir esta nueva regla en el título constitutivo y estatutos de la comunidad, para que posteriormente tenga acceso al Registro de la Propiedad y pueda ser conocida por cualquiera que vaya a comprar una vivienda en el edificio. En consecuencia y dado que no se adoptó el acuerdo con los requisitos necesarios, no pueden exigir al propietario que tiene un animal en su vivienda que se deshaga de él.
Tema distinto es que este vecino moleste con sus ruidos, ya sea por los ladridos del perro o por el uso del aspirador a altas horas de la noche. Un primer paso puede ser denunciar los hechos a la policía municipal en el momento en que se están produciendo para que realicen una medición y, en caso de superarse los decibelios permitidos, sea sancionado este vecino en vía administrativa. La dificultad se encuentra en el hecho de que son ruidos que pueden comenzar o parar en cualquier momento, por lo que no resulta fácil medirlos.