Nuevamente nos vamos de rebajas. Apenas empieza julio y el buen tiempo, que durante la primavera apenas disfrutamos, y ya contamos con la oportunidad de comprar numerosos productos a un precio mucho más tentador. Claro que este año muchas tiendas avanzaron en formas de ofertas precios apetecibles para aumentar unas ventas que se resisten en plena crisis. No obstante, el periodo de rebajas es el momento estrella para comprar a precios más bajos. Por eso es importante recordar algo que cada año repetimos por estas fechas: lo que se rebajan son los precios no nuestros derechos. Y, para tenerlos frescos y claros, recordamos algunos que no se nos deben olvidar antes de salir de compras.
• Es muy importante hacer una lista de los productos que realmente necesitamos adquirir y, a la hora de comprar, ceñirnos en la medida de lo posible a la misma, máxime en este momento en que la relación ingresos y gastos debe de ser lo más equilibrada posible.
• Los artículos que se encuentren con precio rebajado tienen que ser los mismos que ese establecimiento haya estado ofreciendo normalmente durante la temporada y, como mínimo, durante el mes anterior y no pueden haber sido objeto de ninguna otra práctica de promoción dentro de ese mes anterior a la fecha de inicio de la venta de rebajas.
• No se pueden ofertar como rebajas productos deteriorados. Tienen que encontrarse en perfectas condiciones.
• En los artículos y en la publicidad que se utilice deben aparecer el precio nuevo y el antiguo para poder apreciar la rebaja. Si se trata de la rebaja de un mismo porcentaje para un grupo de artículos entonces basta con el anuncio expuesto de forma genérica.
• Los pagos de los artículos rebajados que adquirimos podemos realizarlos de la misma forma que el establecimiento viniera admitiendo de forma normal. Así si una tienda admite el pago con tarjeta a lo largo de todo el año también debe admitírnosla en período de rebajas.
• En cuanto a las devoluciones, la forma y el tiempo en que pueden producirse lo fija cada establecimiento y debe encontrarse indicado en el mismo de tal manera que, antes de efectuar la compra, podamos tener acceso a dicha información.
• Si en rebajas aprovechamos para adquirir un producto duradero al que le resulte aplicable el régimen de garantías establecido en la ley, este bien contará con dichas garantías de la misma forma que si se hubiera adquirido a precio normal.
Anotados estos pequeños consejos, sólo podemos concluir deseando que todos compremos cosas buenas, bonitas y baratas y, obviamente, sin contratiempos.