El espíritu de colaboración de Daniel Alonso permite a Red Bull ofrecer una publicidad impagable de Avilés, mientras en el Puerto se echa en falta ya a Delfín García Novo

El departamento de comunicación de la multinacional Red Bull comentó, en correo enviado a esta Redacción, lo siguiente: «Llevo 10 años trabajando en esta empresa y jamás he topado con alguien que dé las facilidades que nos ha dado el Grupo Daniel Alonso. Es alucinante lo que nos han ayudado, adaptando todo a nuestras necesidades y haciendo muchos esfuerzos para que fuera posible. Y ya los dos tramos en la ría, para poner la piel de gallina. Tuvimos que guardarlo en secreto para que no se filtrara, porque se hizo hace un par de semanas (necesitábamos días para editar el vídeo y demás y hay muchos formatos relacionados), pero la verdad es que fue impresionante y no lo digo yo por ser medio asturiana. El soldador estuvo tres días cortándolos a medida, alucinante. Asturias merece que este contenido dé la vuelta al mundo. ¡Ojalá!».
La responsable de comunicación se refiere al último lanzamiento de márketing realizado a nivel mundial por la marca de la famosa bebida energética. Un video rodado por el skater madrileño Danny León, acompañado de tres colegas norteamericanos de primer nivel en esa disciplina, que fue rodado en Asturias, en concreto en las instalaciones de la fabricación de torres eólicas del Grupo Daniel Alonso y en el puerto de Avilés, en el nuevo muelle de Valliniello.
La multinacional llamó a la puerta del grupo industrial avilesino y se encontró con que todo fueron facilidades, no sólo para disponer adecuadamente de amplios espacios donde grabar las escenas de numerosas acrobacias, sino que prepararon expresamente dos tramos de torre eólica, de 45 toneladas, cortadas y preparadas a medida para que figurara estampado hasta el anagrama de Red Bull.
El resultado es un video que ya ha dado la vuelta al mundo, con una nota de prensa que empieza así: «Con una altura de hasta 120 metros y hasta 8 de diámetro, estos gigantes suponen el playground perfecto para cualquier skater. Eso pensó Danny León, skater madrileño y habitual visitante del Paraíso Natural. ‘Siempre me han llamado la atención esas estructuras gigantes y en lo increíble que podría ser patinarlas.’, comenta Danny. ‘Estoy enamorado de Asturias, vengo muy a menudo y creo que es uno de los sitios a los que podría venir a vivir una temporada’, añade.
Red Bull GmbH es una compañía austriaca que da empleo a 10.410 trabajadores en 67 países y que se dedica a comercializar, entre otras, la bebida energética Red Bull, de origen tailandés, país de nacimiento de uno de sus fundadores. El otro es el austriaco Dietrich Mateschitz, que proviene del mundo del márketing, y eso se nota. Al principio se entregaban latas gratis a los universitarios, como un recurso publicitario más, y el éxito llegó cuando la bebida se convirtió en habitual en un público joven y urbano y en elemento clave en todo tipo de eventos de deportes extremos.
La multinacional austriaca acaba de hacerle una publicidad extraordinaria a Asturias y a Avilés con su nuevo video de promoción presentado a nivel global –LA VOZ DE AVILÉS adelantó en 24 horas la exclusiva, ver la edición del jueves 15–, y además con ese tipo de publicidad subliminal que es el que llega a millones de personas.
Para que esto haya sucedido ha sido necesario que una empresa, el Grupo Daniel Alonso, heredero de una forma de hacer especial que fue inculcada por su fundador, Daniel Alonso, haya vuelto a demostrar cómo se puede ayudar al territorio en el que desarolla su actividad fabril.
En este caso, el Grupo Daniel Alonso seguramente no va a vender más torres eólicas ni va a encontrar nuevos clientes por este anuncio de Red Bull. En cambio se volcó con la idea desde el primer momento, –«como no habíamos visto nunca», reconoce la multinacional austriaca–, pensando sobre todo en la promoción de Avilés y de Asturias. O lo que es lo mismo, seguir ayudando a su tierra de adopción, como ya ha hecho Daniel Alonso y sus empresas en numerosas obras que llevan su sello de forma desinteresada: los ‘picos’ del paseo de la ría, la pasarela del Niemeyer o sus patrocinios en la Fundación del Centro Niemeyer o en historias más locales.
Afortunadamente, en esta ciudad hemos sido mucho más agradecidos con personas como Daniel Alonso, al que se le han hecho numerosos reconocimientos oficiales y particulares, y no corremos el riesgo de que se cree una nueva Plataforma ‘ad hoc’ para que salga hasta insultando, como se acaba de hacer con el caso de Amancio Ortega después de que su Fundación aportara 320 millones de euros para la compra de nuevos aparatos en la sanidad pública española con los que combatir el cáncer. Curiosamente esos que crean esas Plataformas –que al final son cuatro– no se les ha escuchado decir nada de las compras, cada vez mayores, que se hacen en las tiendas de productos chinos, fabricadas, como se sabe, en un país modélico en las condiciones laborales de sus trabajadores y hasta en el cumplimiento de los derechos humanos.
Bienvenida sea, una vez más, la aportación del Grupo Daniel Alonso en beneficio de Avilés y de Asturias, en este caso en forma de publicidad de la ciudad gracias a una multinacional como Red Bull.
Ausencia en el puerto
«Ya se echa en falta a Delfín en el puerto». Delfín es Delfín García Novo, jubilado el pasado 31 de diciembre después de una vida profesional entregada a su empresa, Alvargonzález, de la que fue responsable en el puerto de Avilés durante años.
El comentario no me lo hace un empresario o un directivo relacionado con la actividad portuaria. Quien me lo apunta es un veterano trabajador de la estiba, con años encima de antigüedad, que ve con preocupación el futuro de su gremio, no solo por el actual conflicto que está planteado en nuestro país, sino porque, a su juicio, el sector de la estiba tiene los días contados en beneficio de las empresas y a costa de una mano de obra barata y sin más derechos que los de estar apuntado en una lista para cubrir necesidades «al minuto».
Y al hilo de esa conversación sobre el futuro de su gremio y de la actividad portuaria es cuando sentencia que «ya se echa en falta a Delfín en el puerto». En toda la actividad portuaria. Porque al final, la lección que nos dejó a todos un profesional como Delfín García Novo es que las empresas, los proyectos, las instituciones funcionan gracias a las personas. Y sobre todo gracias al talento y a la capacidad de algunas personas por convertirse en esa argamasa que logra unir y soldar los diferentes intereses, de forma que parece que todo fluye con naturalidad en beneficio de todos. Y es, con su ausencia, cuando se valora de verdad su capacidad y su valía.

Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el día 18 de junio de 2017