‘Avilés, la ciudad que sabe reinventarse’ nos detalla mil años de esfuerzos, sacrificio y talento para salir adelante frente al ‘todo vale’, incluida la falsedad, de la nueva política
Mil años de historia de una ciudad, Avilés, para llegar al convencimiento de que esta ha sido y es una ciudad que ha hecho de la necesidad virtud y que ha contado con el esfuerzo y el talento de muchas personas que en un momento determinado tuvieron el acierto de marcar el camino para superar, no sin grandes problemas, no sin sacrificios, una serie de circunstancias que siempre la pusieron a prueba.
Este podría ser el resumen del documental ‘Avilés, la ciudad que sabe reinventarse’, que forma parte de la serie de la TPA ‘Crónicas Astures’, a cuyo preestreno se pudo asistir el pasado miércoles en un acto organizado en el salón de actos de la Casa de la Cultura abierto a todo el público.
El guión del documental ha sido realizado por dos periodistas avilesinos, Yolanda de Luis y Francisco Jiménez, que confesaron en el debate posterior que apenas tardaron cinco minutos, tomándose un café, en ponerse de acuerdo sobre qué es lo que querían contar. Y su mano se nota en todo el metraje, pero sobre todo en un cuarto capítulo que va de la implantación de Ensidesa a nuestros días. El que narra la explosión económica, social y demográfica de Avilés, el de la riqueza, el del empleo, el del crecimiento continuo, también el de la degradación medioambiental, hasta llegar las sucesivas crisis y reconversiones que obligaron a la ciudad a reinventarse. La presencia en el documental del exministro de Industria, Carlos Solchaga, es clave para entender cómo fueron aquellas crisis encadenadas y cuáles eran las salidas, tratando «de hacer el menor daño posible».
Yolanda de Luis y Francisco Jiménez, a la izquierda, guionistas del documental sobre Avilés. Foto Marieta.
El documental nos ofrece unas tomas aéreas que son las que de verdad nos desvelan dos hechos incuestionables: la belleza del casco histórico y la profundidad de los cambios a los que se ha visto sometida esta ciudad para su modernización y su «puesta a punto» para convertirse, para «reinventarse», en un territorio que tiene marca propia, la del ‘Modelo Avilés’ –teniendo una marca única, uno no acaba de entender porqué se utiliza de forma tan tímida– que nos sitúa, quién lo diría, en un referente mundial en cuestiones que tienen que ver con el I+D+i, los servicios avanzados y nuevos sectores que exigen un elevado componente tecnológico.
El documental sorprendió por su mensaje y por sus imágenes de hoy comparándolas con las de ayer mismo, hace muy poco tiempo, cuando el color parduzco de las aguas de la ría o los conocidos como lodos de Ensidesa nada tienen que ver con el panorama actual, en el que el puente de San Sebastián y el Centro Niemeyer aparecen como símbolos de esa «reinvención».
Uno solo puede hablar de lo que conoce, así que tras alabar el trabajo de los dos guionistas por igual, sí me gustaría decir que Yolanda de Luis, jefa de la sección de Local de LA VOZ DE AVILÉS, es una periodista con más de veinte años de experiencia que sabe de lo que habla. Es más, De Luis es posiblemente la periodista avilesina con un mayor conocimiento de los procedimientos administrativos y la que mejor podría hablar de todos los proyectos urbanísticos y de infraestructuras que tienen que ver con la ciudad. Y una profesional que puede mirar a los ojos de cualquier concejal de este Ayuntamiento y preguntarle directamente a alguno de ellos si se cree sus propias mentiras cuando lanza determinados mensajes.
Es una pena que un documental sobre la capacidad de reinventarse de Avilés solo provocara en el preestreno del miércoles el interés de un único concejal de la oposición, Constantino Álvarez, perteneciente en la actualidad al grupo de los no adscritos. Una ausencia clamorosa que viene siendo la norma en esta legislatura. Bien es cierto que a esa misma hora, Daniel Ripa, responsable de Podemos de Asturias, daba en un salón anexo de la misma Casa de la Cultura una conferencia sobre corrupción, haciéndose acompañar por la concejala Yolanda Suárez, la misma que niega sus propias intervenciones en comisiones oficiales como la del agua, aunque estén recogidas en acta oficial, un audioacta además. Un debate al que asistieron cinco personas. Cinco. Y dos más en la mesa, siete.
Avilés padece la misma crisis que Asturias, con los mismos rasgos que los del país, con una crisis cuya gestión por parte del PP ha traído más pobreza en general, la eliminación de buena parte de la clase media, la precarización del empleo hasta cotas insospechadas para aprovechamiento de las empresas, gracias a una reforma laboral que permite determinadas situaciones que nos llevan directamente al siglo XIX. Pero no es menos cierto que el poder de Avilés de «reinventarse» tiene hoy ocupada a mucha gente, a muchos actores, a una mayoría de ciudadanos que desearía que con el apoyo de todos fuéramos capaces de sacar adelante esa propuesta que nos están ofreciendo los centros tecnológicos, las nuevas empresas, sumadas a las multinacionales que siguen ofreciendo empleo y sueldos de calidad. Y que nadie nos distrajera de ese objetivo con cuestiones que poco o nada tienen que ver con la obligada y exigible fiscalización de las administraciones públicas, sino más bien con el aprovechamiento político de quien mira siempre en corto y la ciudad le preocupa poco.
En ese sentido, el de lo realmente importante, el del miércoles fue sin duda uno de los actos más relevantes de los que se han celebrado en Avilés en lo que llevamos de año. Otra cosa es cómo se aproveche.
Gaxín
Los que plantearon la idea del arquitecto Balbín sobre la Ronda Norte –que será estudiada de forma oficial sin problemas– ya han cumplido más o menos su objetivo, que no era otro que el de presentar de forma extemporánea un boceto que se conocía desde diciembre del año pasado. Misión cumplida para ellos: titulares, ruido y hasta enfrentamiento institucional entre los ayuntamientos de Avilés y Castrillón. A otra cosa.
Y en este revoltijo alguno se ha creído que vale todo. Todo sea que alguien se lo compre.
Primitivo Abella, concejal de Somos/Podemos del Ayuntamiento de Avilés envió la pasada semana una nota de prensa de apenas quince líneas, para decir esto. La copia es textual: «Los promotores inmobiliarios piden un nuevo plan Gaxín y la Ronda es la disculpa perfecta». (…) «El plan Gaxín de 2006 no se desarrolló y afortunadamente no vimos un nuevo Los Balagares en Avilés. Los promotores piden un nuevo plan y la Ronda es la disculpa perfecta. Queremos recordar a la ciudadanía avilesina que la inmobiliaria que tiene la mayoría del suelo de Gaxín recurrió el plan porque consideraba que la obligación de construir una conexión entre la Variante y el hospital como contraprestación por los beneficios futuros de la urbanización era excesiva. El proyecto de la Ronda resuelve con fondos públicos lo que antes era muy oneroso para las inmobiliarias así que ya vemos por donde va el nuevo Plan Gaxín. Esto también trata de pelotazos».
Falso. 1. Ningún promotor ha pedido un nuevo plan Gaxín. 2. Los promotores estarán obligados a compensar económicamente al Ayuntamiento exactamente lo mismo que se les exige ahora en caso de que la Ronda Norte afectara a esos terrenos, bajo la tutela de la CUOTA.
El Plan Gaxín se plantea sobre una superficie de 1.046.536,63 metros cuadrados. De ellos, 708.925,66 están en manos de un 67% de los propietarios que suscribieron el proyecto de actuación, siendo estos lo que formarían parte en su momento de la Junta de Compensación, que nunca llegó a constituirse. Los otros 337.610,97 metros cuadrados, el 33% restante, son de propietarios de pequeñas parcelas, estando muy disgregada la propiedad.
Por otro lado, el 35% del suelo, 366.156 m2, era propiedad de Anjoca (un porcentaje del 52% sobre los propietarios adscritos), empresa gallega que había invertido mayoritariamente, hoy desaparecida de Avilés, y cuyos terrenos han pasado a ser propiedad de la SAREB (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria), el conocido como ‘banco malo’. Anjoca fue la mercantil impulsora del Proyecto de Actuación y su desaparición en Avilés dejó en suspenso toda la tramitación, no habiéndose ni siquiera constituido la Junta de Compensación a pesar de estar aprobado definitivamente el proyecto de actuación.
Como debería saber el concejal de Somos, que para eso está en el Ayuntamiento, la SAREB no ha manifestado ningún interés por impulsar el desarrollo de los terrenos de Gaxín, y el resto de propietarios con porcentajes muy pequeños sobre el total no tienen capacidad, ni porcentaje suficiente sobre el total del suelo para desarrollar el sector.
Pero en caso de que la Ronda Norte llegara a pasar por esta zona, el Ayuntamiento tendría que tramitar una modificación de Plan General, que llevaría implícita la anulación de Plan Parcial de Gaxín y de su proyecto de actuación. Esa modificación conllevaría nuevas cargas a los propietarios de los terrenos por el mismo valor que constaba anteriormente, analizadas posibles plusvalías y el valor de las nuevas cargas, con aprobación de la CUOTA.
(Los datos están a disposición de cualquier ciudadano en la página web del Ayuntamiento. No hace falta ser concejal para acceder a ellos).
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el día 10 de junio de 2018