El acuerdo presentado por la Cámara de Comercio, CC OO y UGT debe ser clave en aspectos como el suelo industrial y la FP dual
Lo que nos está pasando en esta comarca y en esta región con problemas como el de Alcoa o el de los recortes de ArcelorMittal –nunca llovió que no escampara, pero es cierto que mientras tanto no se puede dejar el paraguas en casa– ha hecho que pasaran casi desapercibidas cuestiones como el ‘Acuerdo por la Industria de la Comarca de Avilés’, firmado el 7 de junio por la Cámara de Comercio y los sindicatos CC OO y UGT. E incluso, una reflexión de las pasadas elecciones locales en la comarca y las enseñanzas que nos dejan.
Vivimos momentos de una gran incertidumbre económica y social que se diferencian poco o nada de lo que le está sucediendo a toda Europa. Todos los países están padeciendo en este momento el cambio de paradigma de las sociedades como consecuencia de la lucha contra el cambio climático y la digitalización de nuestros procesos productivos y hasta de nuestra forma de vida. La cuarta revolución industrial entra definitivamente en su proceso de maduración, puesto que sus efectos hace tiempo que están entre nosotros, aunque no seamos conscientes todavía del vértigo con el que asumimos cambios radicales hasta en nuestra forma de vida.
La falta de reacción de la UE para defender los intereses de sus estados miembros ante la ofensiva sin piedad de Estados Unidos, China y terceros países hace que en territorios como el nuestro, en el que la industria supone mucho más que un alto porcentaje del PIB, sea obligatorio poner en marcha medidas que si bien no van a resolver los problemas de fondo, al menos sirvan para atenuar los efectos de una amenaza real y den respuesta a una serie de cuestiones que nos sigan manteniendo como un emplazamiento industrial, incluso privilegiado, una vez que se puedan superar las dificultades coyunturales actuales.
Por eso es importante un documento como el que han presentado la Cámara y los sindicatos mayoritarios para recordar que la industria supone casi el 30 por ciento del empleo en nuestra comarca amplia, algo que parece una obviedad, pero que algunos parecen olvidar cuando se obliga a los firmantes a recoger en su propuesta la necesidad de «trasladar a la sociedad la importancia de la industria para el desarrollo social de la comarca, como contrapunto a la imagen negativa que algunos grupos y personas vierten sobre ellos». La propuesta hace hincapié en aspectos esenciales como el del aprovechamiento de los terrenos que van a quedar liberados tras el cierre de las baterías de cok. En ese sentido hay que felicitarse ante el anuncio de que la Cámara de Comercio y la SEPI –propietaria y gestora de esos terrenos– han firmado un convenio para la captación de empresas e inversiones.
Con todo, del documento para la constitución de la ‘Mesa para la Industria de la Comarca de Avilés’, a la que expresamente se invita a unirse a todos los ayuntamientos de la comarca y agentes sociales, hay que destacar la apuesta por la FP dual, sin duda una de las claves para el desarrollo de las empresas y de la formación y creación de empleo para los jóvenes. Todo lo que se insista en esta cuestión será poco. Las empresas tienen serios problemas para encontrar personal cualificado para competir en un mercado en el que las exigencias técnicas son cada vez mayores y además van a ir a más de una forma exponencial. Y por otro lado, la sola constatación de que más de un 85 por ciento de los jóvenes que optan por la FP dual encuentran trabajo en cuanto finalizan sus estudios, nos debe llevar a profundizar y darle forma definitiva a esa nueva vía abierta en una sociedad en la que definitivamente se va a obligar a todo el mundo a «aprender cada día», dando carpetazo a la creencia extendida hasta ahora de que un título universitario o un máster sería el salvaconducto para resistir profesionalmente toda la vida. Sea bienvenida por lo tanto la propuesta de ese acuerdo por la industria de la Cámara, CC OO y UGT.
El alcalde de Corvera
El análisis realizado el pasado nueve de junio en este espacio sobre el resultado de las elecciones locales de mayo en Avilés hizo que, por razones exclusivamente de espacio, se quedara sin resaltar lo acontecido en toda la comarca, en la que de forma sobresaliente hay que destacar un nombre: Iván Fernández, alcalde de Corvera. Los datos lo dicen todo. De diez concejales logrados en 2015, que ya era una más que holgada mayoría absoluta, ha pasado a catorce, dejando la representación de la oposición reducida a tres concejales, repartidos entre el PP, más IU y Somos, que pierden uno cada uno. La USPC y Foro desaparecen, poniendo de manifiesto que las apuestas personalistas tienen poco recorrido. Lo de Foro en Corvera merecerá un análisis aparte.
Iván Fernández suma el 70 por ciento de los apoyos de la población corverana, con un total de 5.567 votos. El segundo partido, el PP, sumó 791. Sobran las palabras. En un momento en el que el CIS nos acaba de decir que los políticos son ya el segundo problema de este país, que un alcalde como Iván Fernández alcance estas cifras en las elecciones nos indica cuál es la política que cala entre el ciudadano. En ese sentido, el alcalde de Corvera ha estado cuatro años enteros pegado a los problemas concretos de los vecinos, a sus necesidades reales. Día a día. Su cercanía constante, su capacidad para resolver con inusitada rapidez cuestiones que se le han demandado, han llegado definitivamente al electorado.
Iván Fernández se ha apoyado en un equipo de concejales leal, dispuesto a trabajar en un segundo plano, porque lo que es evidente es que el protagonismo ha sido suyo casi por entero, utilizando los medios de comunicación tradicionales como altavoz de su gestión diaria, pero también recurriendo a las redes sociales, Facebook en concreto, para interactuar a diario –a diario es a diario– con los vecinos.
Se le acaba de acusar por Podemos de subirse el sueldo 6.000 euros anuales como alcalde. En cambio, nada se oyó cuando decidió en 2014 «bajarse» el sueldo 12.000 euros, al renunciar a cobrar como alcalde y seguir con su sueldo de concejal de Hacienda cuando sustituyó en el cargo a José Luis Vega en el último año de aquel mandato. Y después de ganar por mayoría absoluta en las elecciones de 2015, optó por congelarse el sueldo otros cuatro años, es decir, renunciar a la subida de 12.000 euros/año que sería lo lógico. Tampoco nadie dijo nada cuando gracias a su gestión la deuda del Ayuntamiento de Corvera pasó de 3,1 millones de euros a cero, con un ahorro de 600.000 euros en intereses bancarios. Por todas esas cosas, con todos los datos en la mano, han hablado los ciudadanos de Corvera. Criticar ahora una subida de 6.000 euros (siempre serán 6.000 menos de los que le corresponderían) no deja de esconder la realidad: su sueldo será de 2.100 euros mensuales. Las críticas en ese sentido parecen un recurso artificial, fuera de lugar.
Las elecciones en el resto de la comarca dejaron bien parados a todos los alcaldes que repetían, lo que también habla bien de su gestión en el anterior mandato: Mariví Monteserín, Avilés (2 concejales más), Alberto Tirador, Illas (repite con 7), y Jorge Suárez, Gozón (4 más). Incluso hay que decir lo mismo de Muros, Soto, Pravia y Carreño. La excepción es Yasmina Triguero, en Castrillón, que perdió tres concejales y vio cómo el PP ganaba en su concejo. ¿La cabeza de lista de IU habrá sacado alguna conclusión sobre su gestión?
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 7 de julio de 2019