PRESUPUESTOS Y AVILÉS
Las cuentas regionales deben abordar algunas cuestiones básicas para la ciudad que ningún grupo ha tenido en cuenta por ‘olvido’ o por puro desconocimiento.
Asturias tiene presupuesto aprobado para 2020, lo que constituye una gran noticia se mire como se mire, aunque todavía haya alguno que no distinga entre el visto bueno a las cuentas y una prórroga. Nada que nos deba sorprender por otro lado: entre la ignorancia de alguno/a y los intereses de cada partido por otro, ya se sabe que cualquier dislate puede tener cabida en la política de este país, tal y como está el patio actual. En todo caso, hay que felicitar al presidente Barbón. No todo el mundo ha sido capaz de conseguirlo a la primera.
Segunda cuestión. Ningún presupuesto, ni nacional, ni regional, incluso tampoco los locales, dejan plenamente satisfecho a nadie porque todo el mundo pretende, no sin razón, que se tengan en cuenta sus aspiraciones, por pequeñas que sean. Así que no queda otra que conformarse apelando a aquello de que «no hay dinero para todos ni para todo», siempre y cuando, claro está, no se observen algunos abusos en clave de castigo o favoritismo, dependiendo casi siempre del ‘color’ político de una región o una ciudad.
Descendiendo al plano local, uno observa que Avilés, la tercera ciudad de Asturias, no sale muy bien parada (tratada) con estos presupuestos regionales, y no porque tenga que compararse con el trato dispensado a otros ayuntamientos, sino porque las cuentas reflejan una preocupante ignorancia sobre los asuntos realmente importantes de la ciudad.
Tercera cuestión, antes de pasar a lo concreto. Es curioso que las críticas sobre un presupuesto no favorable se dirijan siempre al Ejecutivo –máximo responsable, sin duda– y en cambio no se repare en el «esfuerzo» realizado por el resto de grupos políticos para tratar de sacar adelante en el capítulo de enmiendas algunas cuestiones relevantes. En el caso de Avilés, a falta de conocer todas las enmiendas presentadas y refiriéndonos a las que han salido a la luz pública, solo Ciudadanos dio muestras de tomar interés por alguna de las reivindicaciones de la ciudad. (Lástima que más tarde la señora Arrimadas, en una lamentable ocurrencia más de su camino a ninguna parte, modificara el sentido del voto de su grupo en la Junta General del Principado, aunque ello también nos dio la oportunidad de comprobar que todavía quedan en la política personas con dignidad, como demostró la parlamentaria Ana Coto).
De Podemos, por ejemplo, no se conoce ni una propuesta ‘avilesina’. Sí le aprobaron en cambio partidas para sacar adelante cuestiones como un consultorio y un centro de salud en Gijón, una mejora en una carretera de Grado, o la pasarela intermodal entre las estaciones de Oviedo. De IU tampoco se conoce ni una apuesta por Avilés, pese a que fue el único grupo que en la pasada legislatura dio la cara por el Conservatorio de música y sus problemas. Ahora, silencio. Ninguna sorpresa, of course. (Por cierto, desde Avilés sus propios militantes le recuerdan a la asamblearia IU que se ‘olvidó’ de someter a votación los presupuestos regionales). El PP sí anunció un apoyo al CIFP y a la Escuela del Deporte, lo mismo que Cambia Avilés, en ambos casos en sendas ruedas de prensa en Avilés. De Foro y Vox apenas se supo nada. Solo Ciudadanos, insisto, demostró sensibilidad con algunas problemáticas de Avilés: accesos al PEPA, aceras desde el Instituto Menéndez Pidal, las de Magdalena-Castañeda, situación del Centro Integral de FP, Escuela del Deporte, Conservatorio, mejoras en el saneamiento…
Denunciado lo anterior, el Principado, el Ejecutivo de Adrián Barbón, sí debería detenerse al menos en dos o tres cuestiones que son básicas para Avilés, pero también relevantes para el desarrollo económico de Asturias.
Lo del Centro Integrado de Formación Profesional y sus reformas es un asunto clave para Avilés, pero también para la economía asturiana en un momento en el que todo el mundo se ha subido al discurso de la importancia de la FP Dual y de dar respuesta a las demandas empresariales. El anterior consejero de Educación comprometió el apoyo del Principado a la mejora y ampliación de instalaciones del centro educativo avilesino, el más importante de Asturias. Hoy, cero. Algo se ha escuchado sobre una futura ‘reorganización’. Ojo, que en Avilés se sabe que cuando se habla de algunas reorganizaciones regionales siempre es para quedarse sin algo.
Para seguir en Educación, la última sentencia condenatoria del Tribunal Superior de Justicia de Asturias sobre el Conservatorio de Música –no merece ya la pena preguntar si la concejala Yolanda Alonso se plantea dimitir o no después de seis sentencias contrarias a su lamentable y sectaria forma de actuar, lo vista como lo vista y lo manipule como lo manipule, directamente o con colaboradores siempre prestos–, vuelve a dejar claro que es el Principado de Asturias «el que tiene competencias directas (sobre el Conservatorio de Avilés) (…) basadas en una competencia por delegación del Estado, concretado en su art. 18 del Estatuto de Autonomía que establece la competencia plena para el desarrollo legislativo y ejecución de la enseñanza en toda su extensión, niveles y grados, modalidades y especialidad». ¿Dónde estaba la oposición en el debate de los presupuestos para demandar una solución, que es obligada, sobre el Conservatorio de Avilés? Seguiremos a la espera.
Y ya por último, una cuestión que tampoco ha planteado nadie –creo sinceramente que por simple ignorancia– y que también es esencial para el futuro económico de Avilés y de Asturias. Es el que se refiere a las comunicaciones desde la Avenida de Gijón con la rotonda de La Palmera, accesos al PEPA, a la Escuela de Arte, y, sobre todo, carretera hasta el faro de San Juan, algo que posteriormente deberá ser completado con los accesos y urbanización de la Isla de la Innovación cuando se concrete el planeamiento que en este momento se tramita en el Ministerio de Fomento.
La carretera desde La Palmera al faro de San Juan incluye lo siguiente: accesos a un puerto del Estado en pleno desarrollo; cruce con la carretera al Cabo de Peñas (turismo); entrada al polígono de Maqua; depósito de residuos de jarofix de Asturiana de Zinc (la renovación de esa licencia no podrá salir gratis para que otros se lleven las ganancias); una playa masificada en verano como Xagó; un nuevo reclamo turístico, como el Museo del Cañón de Avilés; acceso a la estación depuradora del saneamiento de Avilés; y, si se quisiera y se tuviera un poco de visión, otro elemento turístico de primer nivel como podría ser el faro de entrada a la ría y su entorno.
Uno confía en que una personalidad como la del vicepresidente y Consejero de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, va a ser capaz de entender a la primera una actuación sobresaliente para toda la región, que merece una atención especial aunque hoy por hoy no figure en ningún presupuesto ni en ninguna agenda.
Bueno, y ya si algún grupo quiere ir un poco más allá, a lo mejor alguno se entera de las promesas incumplidas desde hace años sobre la tercermundista conexión de la Autovía del Cantábrico con Avilés, a través de la Cruz de Illas y Buenavista, rotonda incluida. Igual es mucho pedir, claro.
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 5 de enero de 2020