Asturias no figura en las quinielas para la inversión de 5.000 millones en la primera fábrica de baterías para coches eléctricos de España
JOSÉ MARÍA URBANO
La adjudicación territorial de la primera planta que habrá en España para la fabricación de baterías destinadas al coche eléctrico pasa de largo por Asturias. El Principado no figura en ninguna de las quinielas que baraja el Gobierno –al menos en las declaraciones oficiales de la ministra de Industria–, pese a contar con un entramado empresarial y de innovación con el que podría competir abiertamente con cualquier otro territorio.
El anuncio extraordinario de que el Grupo Volkswagen fabricará en su planta de Seat de Barcelona sus coches eléctricos más pequeños abrió todo un abanico de posibilidades para completar un ecosistema que atienda a esa producción. Se dio por hecho en ese momento que Barcelona acogería también la planta de fabricación de baterías para el coche eléctrico, apostando por las instalaciones que dejará Nissan tras anunciar su marcha de España.
Pero no ha sido así. Inmediatamente, varias comunidades autónomas han reclamado para sí ese proyecto que se llevará a cabo a través de un consorcio público-privado y que se elevará a 5.000 millones de euros. En ese consorcio figuran ya compañías como la propia Seat y Volkswagen, Iberdrola y otras como Telefónica, CaixaBank, Grupo Antolín y Gestamp. El Gobierno de Aragón lo ha reclamado para su planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza); la Comunidad Valencia para la de Ford en Almusafes; y Vigo para la suya de PSA-Peugeot-Citroën. Ya resulta raro que en el País Vasco no sugieran lo mismo para Vitoria y Castilla-León no haga lo propio con Renault.
Mina de litio extremeña
Y por si fuera poco, Extremadura, Cáceres en concreto, se ha convertido en otro aspirante serio para ese proyecto gracias a su mina de litio. La explotación de esa mina ha puesto en pie de guerra a toda la ciudad, declarada en 1986 Patrimonio de la Humanidad, incluido el propio Ayuntamiento. En cambio, la ministra Reyes Maroto señalaba esta misma semana a Cáceres como una de las aspirantes al proyecto final.
¿Por qué no podría estar Asturias en ese grupo de comunidades con aspiraciones a lograr esa fábrica y esa inversión? Oficialmente no se tienen noticias de ello, ni siquiera se ha abierto el debate. Algo que no deja de extrañar porque, si bien es cierto que aquí no existe una planta de fabricación de vehículos como las descritas anteriormente, el Principado aloja un ecosistema en torno al mundo del automóvil que pocas comunidades podrían igualar. Multinacionales como ArcelorMittal y Saint-Gobain, además de Asturiana de Zinc para el galvanizado, abastecen el mercado nacional e internacional de la chapa y el vidrio para los automóviles, e incluso material para las ruedas.
En los centros de I+D+i de ArcelorMittal llevan años haciendo aportaciones al mundo del coche en cuestiones como la seguridad. Súmese a ello empresas referentes mundiales como PMG, Hiasa (Gestamp), Aleastur (aluminio) y todo el mundo relacionado con el ‘Asturias Mobility Innovation Hub’ impulsado por el IDEPA y la Universidad de Oviedo, con once proyectos asociados al coche eléctrico, con Alsa, EdP, ArcelorMittal y Phoenix Contact como tractores, como desveló AsturiasInnova+ el 17 de noviembre de 2019. Pero no hay boletos.
J. M. U.
La ingeniera asturiana Esther Alonso acaba de tomar posesión de su cargo como directora general de Transición Energética y Sostenibilidad de Atlantic Copper. Atrás deja una dilatada carrera profesional en ArcelorMittal España como directora de Energía y Medio Ambiente, lo que le permitió representar a nuestro país en diferentes foros europeos, además de ostentar la presidencia de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), y también la presidencia de la Comisión de Medio Ambiente de UNESID (Unión de Empresas Siderúrgicas).
A partir de ahora se suma al proyecto de Atlantic Copper, una empresa española cuyo accionista es la empresa norteamericana Freeport-McMoRan, segundo productor mundial de cobre. En su planta de Huelva, Atlantic Copper transforma más de un millón de toneladas de mineral en unas 300.000 toneladas de cobre refinado al año, además de ácido sulfúrico, metales preciosos y silicato de hierro. Cuenta con una plantilla de 1.000 trabajadores. Su consejero delegado es Javier Targhetta, de ascendencia asturiana y sobrino de Joaquín y Alfonso Targhetta, ya fallecidos, que ocuparon cargos de alta responsabilidad en la antigua Ensidesa.
J. M. U.
Mil cuatrocientos millones de chinos son muchos chinos y esa sola cifra es suficiente para que el país siga con crecimientos exponenciales. En el plano económico le sirve con atender el mercado interior, aunque lejos de conformarse con eso sigue dispuesta a dar pasos de gigante si de lo que se trata es de ‘salir de compras’.
De momento, la Asamblea Nacional Popular (ANP) ya ha marcado su nuevo plan quinquenal. El crecimiento en I+D+i será de un 7% hasta 2025 en inteligencia artificial, computación cuántica, semiconductores, redes 5G, neurociencia, biotecnología, investigación genética y exploración espacial y marítima. Y, además, por si faltara algo: construirá 32.000 kilómetros de ferrocarril de alta velocidad hasta 2035, para sumar 70.000. En los próximos quince años construirá 160 nuevos aeropuertos y 460.000 kilómetros de nuevas carreteras durante el mismo periodo.
En Australia están de fiesta solo con pensar el rendimiento de sus exportaciones en minerales durante ese tiempo. Y en Estados Unidos tiemblan porque no son capaces de adivinar hasta dónde piensa llegar China para dominar el mundo.
JAVIER FERNÁNDEZ FONT
(Director general de Alusín Solar)
Tienes que visualizar esto conmigo, hagámoslo juntos que es fácil. Lleva tu mente al año 1980 y visualiza una mítica furgoneta Kombi de Volkswagen, conducida por un tío melenudo y que tenía un panel solar en su techo. Generaba su propia energía y promulgaba a los cuatro vientos la necesidad de que todos consumiéramos y produjéramos energía solar, energía renovable. Sin saberlo casi ninguno en aquel momento, aquello era el comienzo de una revolución.
Hoy esa revolución ha estallado y ya no hay quien la pare.
Yo empecé a trabajar en la energía solar en el año 2006, cuando un tipo me preguntó si podía hacerle una estructura de aluminio para sujetar paneles solares. Antes de decirle que sí, le pregunté qué era eso de un panel solar, y fíjate cómo estamos ahora.
En tierras de España se levantan los mayores proyectos solares fotovoltaicos de Europa, generando energía verde y sostenible para cientos de miles de ciudadanos. Los techos de las fábricas comienzan a tapizarse de paneles solares, permitiéndoles generar su propia energía, ahorrando muchos euros en la factura de la luz, mejorando sus cuentas de resultados y contribuyendo a mejorar nuestro medio ambiente. Los techos de nuestras casas lentamente empiezan a instalar paneles solares que también ayudarán a mejorar la economía de las familias.
Cuando aquel tipo me vino a preguntar por las estructuras para los paneles solares, estos costaban cerca de 800 euros. Ahora, con una eficiencia y rendimiento muy superiores a los de aquel momento, un panel solar apenas cuesta 100 euros. La evolución tan radical que han tenido todos los componentes de una instalación solar ha permitido a esta energía situarse como una de las fuentes de generación eléctrica más barata, competitiva y accesible del mundo entero.
Este cambio, esta revolución solar, ha llegado para quedarse.
Publicado el 21 de marzo de 2021 en la sección ‘AsturiasInnova+’ de El Comercio-La Voz de Avilés