Las incuestionables fortalezas de la ciudad no esconden la falta de apoyos políticos en asuntos claves para la industria.
Hace diez días me invitaron a participar en una película que está rodando una productora madrileña en Avilés, en el marco de un proyecto muy potente sobre la ciudad, y más concretamente sobre el mundo de Ensidesa hasta nuestros días. Me pidieron, a través de una entrevista muy completa –mérito del guionista y del director, que fue quien la condujo– la exposición de mi relación y mi experiencia con Ensidesa en el plano personal y en el profesional. Todo el equipo allí presente me trasladó al final la impresión positiva que les había causado un relato que, sin obviar ni un solo dato de los dramas aquí vividos –reconversiones industriales, pérdida de empleo, problemas medioambientales y la construcción de todos los servicios con los que se dotó esta ciudad– ofrecía una imagen diferente, esperanzadora, abierta al futuro sin ningún lugar a dudas, en base a sus fortalezas, que son muchas.
Me fui del Centro Niemeyer, en cuya cúpula tuvo lugar la entrevista, con la sensación de que un grupo bastante numeroso de personas había quedado convencido de que Avilés es una ciudad de futuro en la que merece la pena vivir. Ellos mismos lo fueron descubriendo durante los días que duró el rodaje. Y con la constatación de que hay determinados mensajes que van calando, para bien, y para mal en algunas ocasiones, que son imprescindibles para tener una idea cabal de quiénes somos y hacia dónde caminamos.
El mensaje va calando en positivo cuando el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Principado, Borja Sánchez, dice en su última visita a la ciudad que «Avilés tiene un recorrido increíble como polo de la innovación…, un lugar estratégico y nuestra intención es potenciarlo». Antes ya había dicho que el trabajo realizado desde el Ayuntamiento de Avilés, Promoción Económica, respecto a los proyectos presentados en Europa era «el modelo a seguir en Asturias».
La reelección de José Manuel Rodríguez Baltar al frente de la secretaría general de la Unión Comarcal de CC OO también es una excelente noticia porque asegura la presencia de una persona que se esfuerza para que calen los mensajes que se necesitan aquí. Su labor para que avance la Mesa por la Industria es digna del reconocimiento general, porque no se ha cortado nunca en reprochar a algún político el que se pierdan las fuerzas en las clásicas «batallas del titular», ni tampoco en «explicar las cosas importantes» referidas a Avilés a más de un cargo relevante de su entorno más cercano. Por si fuera poco, Baltar también se ha comprometido en la búsqueda activa de inversiones concretas, más allá de la enumeración de ensoñaciones. Qué lección para determinados políticos/as de la oposición, aquí y en Asturias, que se dedican a ‘exigir’, sin aportar ni un solo dato concreto que avale sus peticiones.
El Puerto de Avilés también nos permite que cale el mensaje de una de las fortalezas de esta ciudad y de esta comarca. En este momento se lleva a cabo el último tramo de las obras del acceso al espacio portuario de la margen derecha y al edificio de servicios, que también está muy avanzado. Pero a la vez, quién se iba a imaginar hace muy poco tiempo que ha comenzado a estudiarse la posible ampliación de la zona logística del puerto en vista de que la ocupación actual es ya del cien por cien, gracias sobre todo al empuje del sector eólico de Windar e Idesa –Grupo Daniel Alonso– principalmente.
Las noticias del ámbito portuario seguían teniendo cabida en este periódico el pasado lunes, a través de una completa información de Alberto Santos sobre el centro de interpretación del Cañón de Avilés, que completará el Espacio Portus abierto en una antigua nave del astillero Ojeda y Aniceto. Los acuerdos alcanzados con el Ministerio de Transición Ecológica, a través de la Fundación Biodiversidad y el Instituto Español de Oceanografía permiten albergar la esperanza de que algo muy potente puede abrirse en ese espacio –incluso ampliándolo–, de forma que el núcleo de San Juan se convierta en otro de los referentes mundiales de Avilés y de la comarca. Además de erigirse en el centro de una operación ambiciosa para hacer de esa margen derecha un privilegiado lugar de esparcimiento que llegue hasta el faro.
Y mientras se abren paso y calan estos mensajes en positivo, también se confirman otros negativos, denunciados en esta misma sección desde hace ya mucho tiempo, aunque algún político parece que se entere ahora de la gravedad de algunos asuntos.
El fiasco del estatuto de las compañías electrointensivas y la falta de compensaciones a las empresas por las emisiones de CO2, que se quedan en 79 millones, pese a que la UE permite hasta 250; por si faltaba algo para la puntilla a algunas empresas, ahí está el nuevo impuesto sobre los residuos; la pelea dentro del Gobierno entre las dos ministras, echándose la culpa del recorte presupuestario; el voto negativo lamentable del PSOE en el Congreso de los Diputados sobre el apoyo a las electrointensivas, ‘ayudado’ por el no de PNV, ERC, Unidas Podemos y Bildu; la negativa del PSOE a apoyar la intervención temporal de Alu Ibérica por parte de la SEPI, contando de nuevo con la abstención de PNV y Bildu. En Asturias y fuera por supuesto que no, ningún grupo se ha preguntado por si la deslocalización de producción de ArcelorMittal al País Vasco tiene algo que ver con estas votaciones de ‘acompañamiento’ al PSOE, al Gobierno en definitiva, por parte de PNV y Bildu. Aquí algunos le echan la culpa de todo al consejero de Industria, que ya es de nota. Y otro mensaje que cala: Alcoa y el Gobierno son los culpables directos del fiasco de la venta de las fábricas de Avilés y Coruña a Parter. Esta semana quedó claro en los juzgados.
Sí, es muy conveniente que vayan calando todos los mensajes sobre la ciudad y la región.
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 23 de mayo de 2021