La entrada de Luis Ángel Colunga en Industria puede acelerar los proyectos de Arcelor y la solución para Alcoa
La entrada de Luis Ángel Colunga en Industria puede acelerar los proyectos de Arcelor y la solución para Alcoa
«A partir de ahora, cuando hagamos una consulta, cuando avancemos en un proyecto, hasta cuando pidamos un consejo, vamos a tener al teléfono o al otro lado de la mesa, a alguien que sabe de qué estamos hablando, no va a hacer falta explicárselo para que lo entienda». La frase fue pronunciada por el directivo de una multinacional del mundo industrial que opera en Avilés tras conocerse la noticia del nombramiento del avilesino Luis Ángel Colunga como Comisionado especial para el PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) de Descarbonización Industrial, nombramiento, por cierto, adelantado en exclusiva por este periódico.
La reacción interna se transmitió rápidamente a los centros de decisión de Madrid, Luxemburgo, Holanda o Bruselas, en donde también conocen la trayectoria de una persona que desde la Escuela de Aprendices de Ensidesa, a los 16 años, ha conseguido convertirse en una personalidad dentro de la industria internacional.
Estamos ante una gran noticia, que nos devuelve un poco la fe en la política de este país. Por fin, una persona altamente cualificada ocupa un cargo de responsabilidad del que van a depender proyectos claves para el desarrollo de la industria española. Luis Ángel Colunga pasa por ser una de las personas que mejor conoce en Europa el mundo de la siderurgia -desde aprendiz y trabajador de Ensidesa a voz autorizada en el comité europeo de ArcelorMittal-, pero como secretario general adjunto de IndustriAll, cargo que ocupó en Bruselas durante cuatro años, de 2016 a 2020, también tuvo que empaparse de los problemas de otros sectores como el aeroespacial, químico, farmacéutico y biociencia, energía, industrias del vidrio, cemento, cerámica y afines, TIC o construcción naval, entre otros, atendiendo los intereses de los cincuenta millones de trabajadores pertenecientes a 140 países que están bajo el paraguas de esa federación sindical mundial.
El flamante miembro del Ministerio de Industria conoce a fondo el funcionamiento de la Administración -fue director general de Industria del Principado- y posee un amplio conocimiento del mundo de Bruselas, de su Parlamento y de la Comisión Europea, aunque su reconocida discreción le mantenga alejado de todos los focos ‘publicitarios’, redes sociales incluidas. No practica el ‘yo-yo’.
Sentado todo lo anterior, uno se queda con su última ocupación profesional, la que ha estado llevando a cabo como director de Desarrollo Industrial de Ignis Energía para tratar de presentar un proyecto para la antigua factoría de Alcoa en Avilés. Un planteamiento realista de energías renovables -fotovoltaica, hidrógeno y amoniaco-, que en los últimos meses fue avanzando con la posibilidad de unirse al de Windar Renovables, en su intención de abrir una nueva factoría para la fabricación de los modelos más avanzados de la eólica offshore, un proyecto absolutamente nuevo y novedoso que garantizaría de forma inmediata la creación de trescientos puestos de trabajo directos y otros trescientos indirectos, como adelantó en exclusiva este periódico el pasado 13 de noviembre.
El resumen sería el de dos nuevos proyectos singulares, complementarios, que ocuparían sin problemas, de forma independiente, las instalaciones de la antigua Alcoa. Entre las dos, multiplicarían los 250 puestos de trabajo que Alcoa, Parter Capital y Alu Ibérica destruyeron en Avilés (sí, Asturias), en una operación cuyas irregularidades (posibles delitos) se dirimen en los tribunales y que de momento están pagando los trabajadores, que siguen sin sus indemnizaciones.
El nombramiento de Colunga es una buena noticia para este país, que pone en manos de un profesional cualificado nada menos que el proceso de descarbonización de la industria española, con 3.000 millones directos de fondos europeos, pero a la vez redobla su importancia en Asturias y en Avilés, en donde proyectos como el de ArcelorMittal, o el de esta misma empresa con Fertiberia en el hidrógeno, además de todo lo que afecta a otros sectores, se pueden ver respaldados simplemente desde la mirada del conocimiento de un aprendiz de Ensidesa que, pese a su juventud, ha llegado tan lejos.
El acuerdo de concertación social firmado entre el Ayuntamiento de Avilés, Fade, CC OO y UGT alumbró el viernes el que posiblemente sea el documento más importante desde que se puso en marcha este instrumento de apoyo al desarrollo económico y social de la ciudad. Por primera vez, se ha decidido ‘bajar a tierra’, abandonar el tiempo de las formulaciones en papel y concretar una serie de cuestiones con partidas presupuestarias para llevarlas a cabo. Entre ellas, figuran dos que a mi modo de ver sobresalen por su importancia: la formación y la promoción de las posibilidades de la ciudad para atraer inversiones y población. Por un lado, dar el salto definitivo para concretar la formación que están demandando las empresas y sobre todo de cara a ese futuro inmediato que va a requerir nuevas especialidades técnicas y formativas. Y de otro, ‘vender’ ciudad, de forma que se traslade al mayor número de foros posibles las indudables fortalezas que reúne esta ciudad en todos los sentidos. «Invertir y vivir» (en Avilés) sería sin duda un buen lema.
El Hospital San Agustín ha bajado del tercer al cuarto puesto en el Índice de Excelencia Hospitalaria 2022, quedando por detrás de un centro concertado, el Hospital de Jove. Alguien debería explicar este retroceso tras la excelencia continuada en la etapa de la anterior gerencia que fue laminada por el Gobierno regional de forma tan oscura como lamentable.
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 15 de enero de 2022