La llegada de la alta velocidad a Avilés debe servir para unirse cada vez más y colaborar con el Occidente
El triunfo de la nueva presidenta del PP pone en evidencia a la candidatura oficial y a la dirección regional
Los Juegos Olímpicos de París contaron con una aportación de la innovación que se hace en Avilés
Dice un proverbio chino que «el mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años. El segundo mejor momento es ahora». Y lo podríamos enlazar con una frase de Hillary Clinton, cuando advirtió que «cada momento desperdiciado mirando hacia atrás, nos impide avanzar». Así que, recordando algunas de las cosas que han sucedido en Avilés esta semana, merece la pena quedarse con aquellas cuestiones que nos invitan a seguir dando pasos hacia adelante, aprovechando la experiencia vivida para seguir mejorando.
El lunes fue un día histórico para esta ciudad con la llegada de la alta velocidad tras la apertura de la Variante de Pajares, otro hito para los libros de texto del Principado. Un tren Alvia inauguró la frecuencia diaria de alta velocidad Avilés-Madrid-Avilés (17.14-21.09 y 9.15-13.04) por la que pelearon a fondo personas como la alcaldesa de esta ciudad, buscando ‘cómplices’ como Mariano Santiso, gerente de la Zona Norte de Renfe, un expolítico ejemplar en todos los sentidos y un excelente gestor que se jubilaba precisamente el lunes pudiendo exclamar: «misión cumplida». Se recuperaba este lunes una conexión directa con Madrid, treinta años después de que se suprimiera el San Juan de Nieva-Avilés-Madrid del Correo nocturno por falta de viajeros. Y diez años después de que una ministra de Fomento del PP, Ana Pastor, hablara «en serio» de la llegada del AVE a Avilés, lo que provocó la critica general del resto de los partidos, empezando por el PSOE, ante aquella «ocurrencia», aunque en general todos reaccionamos con escepticismo recordando la triste historia de aquel Correo por el que lucharon lo indecible personas como Antonio Sabino desde la presidencia de la Cámara de Comercio.
Avilés vuelve a contar con un enlace ferroviario directo con Madrid, de altas prestaciones, lo que posiciona a la ciudad –tiene razón el concejal de Promoción Económica Manuel Campa– como un elemento más de modernidad que servirá para la atracción del turismo y seguramente para otros planteamientos. Y por ahí va también esa dosis de autoestima para los avilesinos que supone recuperar un servicio ferroviario con la capital del país que se había perdido. Habrá que esperar a ver cuál es el rendimiento de esta línea y la posibilidad de ampliarla en el futuro. Dependerá exclusivamente de Avilés y de su área de influencia. Tratar de hacer hoy comparaciones con Oviedo (capital del Principado) y Gijón (273.744 habitantes) es vivir un poco fuera de la realidad.
Posiblemente uno de los aspectos más relevantes para Avilés sea la de convertirse definitivamente en el principal eje del Occidente, la puerta de entrada a la alta velocidad, tanto para la frecuencia que sale directamente de aquí, como la de enlace con los servicios que se ofrecen desde Oviedo y Gijón. Ida y vuelta. La idea de las lanzaderas será algo en lo que habrá que profundizar para dar un buen servicio a una población, desde Ribadeo hasta aquí, solo por la costa, de 160.272 habitantes. Avilés debe aprovechar esa oportunidad para estar presente en ese Occidente con el que hay que abrir definitivamente vías de colaboración en numerosos aspectos, algo que hasta ahora nunca se ha intentado.
La alta velocidad tras la apertura de la Variante de Pajares es ya un éxito incontestable para el Principado de Asturias. Y de ese éxito debe participar Avilés, con la idea de conseguir que en el futuro se puedan aumentar las frecuencias directas con Madrid. De momento, disfrutemos con lo que se ha conseguido. Nunca es tarde para lograr avances como éste.
Vuelco en el PP
Tampoco es tarde para que el PP se convierta de una vez en el gran partido que aglutine el voto de la derecha y aspire seriamente a ganar unas elecciones y alcanzar la alcaldía. También el lunes fue un día histórico para ese partido, en donde se celebró un congreso que la dirección regional no se atrevía a convocar, sabedora de los problemas que generaba la candidatura oficialista que se respaldaba abiertamente, como ha sucedido siempre, desde Oviedo. El revolcón sufrido por la candidata oficialista y por el propio presidente regional del partido también es histórico por ser la primera vez en la que una candidatura alternativa se impone a la lista oficial. En este periódico y en otros medios se dio cuenta de las trabas que desde la dirección regional y local se pusieron a la lista alternativa liderada por Estefanía Rodríguez Serrano: la ‘aparición’ el 19 de junio de cien nuevas fichas de militantes para ‘dopar’ a la candidatura oficialista, tal y como lo definió el periodista de esta casa Fernando del Busto; los problemas que tuvo la propia Estefanía Rodríguez para poder asistir a la junta local en donde se convocó el congreso de forma irregular, teniendo que desconvocarlo en apenas dos horas para fijar una nueva fecha; el oscurantismo de una candidata oficial que se negó a ofrecer públicamente la identidad de las personas que la acompañaban en la lista; la ausencia total del contenido del informe de gestión que se supone habrá presentado el hasta ahora presidente, Pedro de Rueda; y finalmente otra serie de ‘problemas’ el mismo día del congreso y de las votaciones.
La nueva presidenta dio ese día y en los siguientes una lección de estilo, porque teniendo la oportunidad de ‘pasar alguna factura’ por los desplantes sufridos – «yo no estoy aquí para alimentar los egos de nadie», le espetó Esther Llamazares en los medios de comunicación–, optó por la prudencia y fijó las que van a ser sus preocupaciones a partir de ahora. La más importante, tratar de atraer a todas las personas que fueron abandonando el partido en los últimos tiempos sin que nadie se preocupara de ellos y basar en la participación activa de la militancia su forma de actuar, evitando los personalismos que han imperado hasta ahora.
Álvaro Queipo, presidente del PP de Asturias, habló ese mismo lunes, tras el revolcón político sufrido, de que «unidos somos más fuertes». Nunca es tarde, aunque podría haberlo proclamado mucho antes para intentar la integración de un partido profundamente dividido en Avilés. Tampoco se entiende muy bien el resto de su discurso, al menos ante los medios, en vista de que estos no pudieron asistir al congreso, cerrado a cal y canto. Hablar de Adriana Lastra, Barbón y Sánchez ese día en Avilés, con el mismo discurso de siempre, basado en titulares, dice bien poco de un partido que aspira a gobernar en esta ciudad.
La nueva presidenta ya ha dejado algunas cosas claras: «Avilés no es una ciudad triste, todo lo contrario, es una ciudad que se supera». Solo con esa idea se distancia definitivamente de la candidata oficial, que se inventó ese eslogan –«Avilés es una ciudad triste»– como punto de partida de su actividad en estos últimos años, por increíble que parezca en una aspirante a la alcaldía.
Estefanía Rodríguez ya habla de recomponer el partido, junto con los afiliados y simpatizantes, sin cotos cerrados, y poder presentar un proyecto de ciudad para acudir a las próximas elecciones. Tiene ante sí una difícil gestión, en vista de la polarización interna, pero si desde la dirección regional se preocupan de apoyarla en vez de hablar de política nacional cada vez que vienen aquí, es probable que tenga éxito en ese intento de atraer a muchos afiliados que se fueron en su día y a otros que ni siquiera acudieron a votar en los pasados comicios locales. Nunca es tarde para intentarlo.
La grandiosidad de París
El grandioso espectáculo al que asistimos el viernes con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París sirvió para recordar que los primeros prototipos de la antorcha olímpica se desarrollaron en el centro de I+D+i de ArcelorMittal en Avilés. Es un mínimo detalle, pero no deja de ser otro logro más que nos dice que en esta ciudad se sigue avanzando y creciendo por el camino de la modernidad.
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 29 de julio de 2024