>

Blogs

José María Urbano

Dame buenas noticias

¿A quién le importa?

Los datos económicos de Asturias y España, claves para la toma de decisiones, caen ante el infernal ruido político

Es cada día más difícil abrirse paso con alguna información o algún dato que no tenga relación con ese mundo de sordos en el que se ha convertido la política. Los integrantes de esa nueva casta se han encargado de ello, seguramente en un tanto por ciento elevado para tapar su mediocridad y en algunos casos por su falta de escrúpulos con tal de conseguir sus ‘objetivos’ «de la forma que sea», como proclamó recientemente uno de los portavoces del fango.

Esta misma semana ha habido varias noticias económicas que en una región como Asturias y en una ciudad industrial como Avilés merecerían como mínimo algún tipo de reflexión sobre la situación general dentro de un contexto geoestratégico que, lejos de alumbrarnos, nos añade más dudas e incertidumbre. El interés nace, o debería hacerlo, de saber lo que está pasando en el mundo y de qué forma nos está afectando o va a condicionar nuestro futuro. Tan sencillo como eso. 

A los datos. Asturias gana 21.500 ocupados tras liderar en verano el crecimiento nacional, con un alza del 5,23 por ciento. La media nacional fue de un 0,6%, mientras en el País Vasco, nuestra referencia ‘favorita’, cayó un -4,1%. Se contabilizan en el Principado 10.000 parados menos y el desempleo cae al 9,26 por ciento, también dos puntos por debajo de la media nacional. Lo dice la Encuesta de Población Activa (EPA) y lo publica el INE, las mismas fuentes que cuando los datos son negativos «van a misa». Reacción típica en Asturias, de la mano de la patronal FADE, según uno de sus portavoces: «Igual hay que esperar a ver si estos datos se confirman o son producto de alguna anomalía». ¡El poder del optimismo siempre presente!

A nivel nacional, España ha alcanzado la cifra de casi veintidós millones de ocupados (21.823.000), dejando en un 11,3 por ciento la tasa de desempleo, el mínimo desde 2008, tras crearse 138.00 empleos en el tercer trimestre. Y como contrapunto, el desempleo en menores de 25 años alcanza el 24,7 por ciento, un lastre que se puede explicar por la tasa de abandono escolar, el segundo mayor índice de Europa.

Esta misma semana se añadía una nueva ‘cruzada’ en el Parlamento Europeo «en defensa del acero, columna vertebral de la economía». ¿Dónde estaba esta gente hace diez, quince años, cuando se empezó a dar la voz de alarma sobre el ‘desistimiento’ de la industria europea, del acero, de la siderurgia, en favor de la ‘inocente’ China («no tiene nuestra calidad»), a la que siguieron Turquía y terceros países? Alguna declaración de esta semana de alguna parlamentaria española causa vergüenza ajena. Años después de que en esta región fueran los medios de comunicación los primeros que hablamos del necesario ‘ajuste en frontera’ para defender la siderurgia asturiana y española, resulta que la normativa europea ya aprobada no será efectiva hasta 2026. Y ahora se ponen a defender el acero. Que se den un poco de prisa, porque al ritmo que vamos a lo mejor ya nos quedamos en la UE sin fábricas de coches frente al gigante chino, que ya ha superado en julio la venta de coches eléctricos sobre los de combustión, mientras en España en ese mismo mes las ventas de coches eléctricos no superaron el 16 por ciento (Enric Juliana en La Vanguardia). El mismo que afirma que el futuro de aquí a dos años sobre proyectos planteados en España va a ser espectacular, en base a energía renovable cien por cien, que supone ya más del cincuenta por ciento de la producción eléctrica y que ha conseguido, junto a la diversidad en el origen del suministro del gas y a la ‘excepción ibérica’ lograda por España y Portugal ante la CE, que nuestro país cuente con unos precios de la energía más bajos que en el resto de Europa. La ‘descarbonización exprés’, que tanto daño ha hecho en Asturias por su falta de alternativas a una serie de cierres industriales, al final va logrando sus objetivos y sobre todo tiene bien definido el itinerario a seguir.

Faltan más asuntos. Por ejemplo, todo lo relacionado con el impuesto energético y bancario y el debate sobre la necesidad de mantenerlo en el tiempo, que requiere un capítulo especial. Aunque solo sea para poner de manifiesto de qué forma este país tiene un lastre insoportable cada vez que se intenta una política común en un asunto esencial como es el de la industria. PNV, Junts, País Vasco, Cataluña y los intereses de sus grandes empresas –claves en su desarrollo interno– deciden en este caso, amenazan al resto más bien, con el anuncio de las siete plagas si ese impuesto sigue adelante. En Francia, en donde Macron y su primer ministro Michel Barnier –no tienen pinta de socialcomunistas precisamente– se apuntan a lo mismo, tratan de convencer a la sociedad gala de que la deuda de 3,200 billones de euros (111% del PIB) no debería salir de los ‘chalecos amarillos’ precisamente, sino de las empresas más grandes, las que superan un volumen de negocio de más de mil millones de euros. Lamentablemente de estas cosas no se habla en el infernal escenario político que se genera en y desde Madrid hacia el resto del país, perdiendo así una oportunidad para tomar nota y actuar con sensatez, eso sí, en un mundo que mañana puede saltar por los aires.

Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 27 de octubre de 2024

Temas

Sobre el autor

José María Urbano. Periodista. ExJefe de Redacción de La Voz de Avilés-El Comercio. Columnista de este periódico y director de AsturiasInnova+, el proyecto de divulgación de la innovación, la ciencia y la tecnología adscrito al Grupo El Comercio (Grupo Vocento). El relato de los hechos y los fundamentos de la opinión sólo pueden tener su base en el poder de los datos. En un mundo en el que imperan los clics, los shares, las notas teledirigidas, las ruedas de prensa sin preguntas y las declaraciones huecas en busca de un titular, hay que reivindicar el periodismo hecho por profesionales. Política, economía, cultura, deportes... la vida en general, tienen cabida en este espacio que pretende ir más allá de la inmediatez, la ficción y el ruido que impera apoyado en las redes sociales. El periodismo es otra cosa.


octubre 2024
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031