La dirección regional del PP fracasa en el intento de achacar a los responsables de Avilés una mala gestión económica al desvelarse su intervención en una cuenta bancaria que vaciaron sin avisar
Primero los hechos. Que la dirección regional del PP quiere apartar a la presidenta del partido en Avilés y a su junta local es un hecho que ya no discute nadie y que avalan los datos. Sería la culminación de una operación que arranca de la ‘necesidad’ de borrar todo lo que se relacione con el anterior presidente, Joaquín Aréstegui.
Primero fue la elección a dedo –el de Mercedes Fernández– del candidato a las pasadas elecciones locales en Avilés. La imposición de Carlos Rodríguez de la Torre no fue del agrado de la junta local, que aceptó a regañadientes su nombramiento, y las consecuencias fueron las esperadas: un grupo municipal partido en dos y un portavoz, el mismo Rodríguez de la Torre, que participa poco en el debate interno, dejando el peso de la mayoría de los asuntos en manos de Constantino Álvarez y Alfonso Araujo, mientras sus apariciones son esporádicas. Y dentro de la junta local, simplemente no reconoce la autoridad de Rodríguez Maniega, con la que prácticamente no se habla.
Las cosas sólo hicieron que empeorar cuando Joaquín Aréstegui se vio obligado a presentar la dimisión como presidente del partido en Avilés, al quedar imputado (ahora, investigado) en el caso Pokemon. La junta local eligió entonces a Carmen Rodríguez Maniega como presidenta, algo que molestó profundamente a Carlos Rodríguez de la Torre y a la presidenta regional, Mercedes Fernández, que no estuvieron de acuerdo con el método elegido para ese nombramiento. Una vez más los procedimientos se admiten o se reprueban dependiendo de lo que a uno le interese en cada momento. Mercedes Fernández, por ejemplo, fue nombrada presidenta del PP de Asturias cuando dimitió Ovidio Sánchez exactamente igual que se hizo en Avilés con Carmen Maniega. En este caso por votación de la junta local, y en el de ella por decisión de la junta directiva regional. Idéntico.
14 de febrero de 2012. Aréstegui felicita a Mercedes Fernández tras ser elegida presidenta del PP de Asturias, en sustitución de Ovidio Sánchez, por la junta directiva regional del partido.
La decisión de excluir a la presidenta y a la junta local de Avilés –con el objetivo último de nombrar una gestora y poner al frente al propio Rodríguez de la Torre o persona afín– se plasma en la decisión tomada el pasado día 28 de septiembre por parte de la dirección regional de cesar a Carmen Maniega como vicesecretaria de Política Municipal. Su sustituto, casualmente, es Carlos Rodríguez de la Torre, que de esta forma va a poder dar «instrucciones» a su propio grupo de Avilés, por encima de la presidenta de la junta local.
A partir de ahí, el diseño de la operación avanza con una entrevista que Rodríguez de la Torre concede el pasado domingo, día 9, a un diario regional, en la que carga sin miramientos contra Carmen Maniega y contra Joaquín Aréstegui y anuncia la necesidad de una «limpieza» a fondo en Avilés. Sólo dos días después, es el gerente del PP de Asturias el que filtra al mismo diario regional que el PP de Avilés va a ser intervenido porque «no tiene dinero» y por lo tanto su gestión se resiente.
Con lo que no contaba el gerente –que es un cargo técnico dentro del PP, no político– es que su estrategia iba a saltar por los aires en cuestión de horas, desvelándose algo impensable: el PP de Avilés, efectivamente, no tiene dinero, simplemente porque el propio gerente se había encargado de vaciar las arcas locales ¡en el mes de junio! Exactamente el 27 de junio, 24 horas después de las pasadas elecciones generales.
Las informaciones de Yolanda de Luis en LA VOZ DE AVILÉS desvelan toda la verdad. En el año 2008, el PP de Avilés, aconsejado por sus asesores técnicos, y al no existir un criterio general interno como existe ahora, decidió abrir una cuenta a plazo fijo en Liberbank con 15.000 euros, como una manera de sacar un pequeño rendimiento a ese dinero, de forma que los intereses que se generaban pasaban directamente a ingresarse en la cuenta ordinaria del partido para afrontar los gastos normales de funcionamiento: alquiler de la sede, mantenimiento, oficina, etc.
Pese a que el gerente es conocedor de esta circunstancia desde el minuto uno, puesto que en la rendición de cuentas, antes anuales y ahora trimestrales, siempre figuran los intereses de ese plazo fijo, en ningún momento comunica al PP de Avilés que las nuevas normas del partido no contemplan más que una cuenta bancaria ordinaria. La sorpresa llega cuando las tres personas que tienen firma en el partido avilesino se dan cuenta hace unas fechas de que alguien ha vaciado su cuenta en Liberbank. «Alguien» ha decidido anular el plazo fijo, ingresar esos 15.000 euros en la cuenta ordinaria y posteriormente, en tres reintegros de 5.000 euros cada uno, dejarla a cero. Lógicamente, la reacción de la presidenta del PP de Avilés es la normal de cualquier persona: avisar a instancias superiores del partido –Oviedo y Génova, en Madrid– de lo que ha sucedido y anunciar que se pondrá la correspondiente denuncia en la Comisaría de Policía.
Para sorpresa general, el gerente de Asturias dice entonces que el dinero lo ha sacado él en el mes de junio porque tiene poder para hacerlo y no tiene que dar explicaciones ni del porqué, ni para qué, ni a dónde va a ir a parar ese dinero. El mismo gerente que esta misma semana anunciaba la intervención del PP de Avilés «porque no tiene dinero». Kafka en estado puro: te voy a intervenir porque no tienes dinero, pero te oculto que tu dinero lo cogí yo hace tres meses sin avisarte.
Y encima, una periodista de LA VOZ DE AVILÉS desvela que en la ‘Operación vaciado de la cuenta’ ha participado el diputado Luis Venta, a la sazón vicesecretario de Organización del PP de Asturias, que según los estatutos de su partido no podría haber puesto su firma en esa operación.
Un quejumbroso Luis Venta convocaba ayer mismo una rueda de prensa en Oviedo para hablar «del asunto de Avilés», acompañado de Carlos Rodríguez de la Torre, para desvelar a estas alturas la «irregularidad» de tener una cuenta a plazo fijo, sin explicar que fue una decisión técnica tomada en 2008. Y para aclarar, por si quedaba alguna duda, que Carmen Rodríguez Maniega es historia y que su hombre fuerte en Avilés es Carlos Rodríguez de la Torre.
Al final nada nuevo. El PP tiene un problema serio en Avilés. No necesita rivales políticos porque ya se encarga su propia organización de destrozarlo. En los últimos años –su caso más sonado se produjo en 1989– se ha asistido a una sucesión de intrigas internas, con un denominador común: la pugna por controlar el partido. Y con el mismo error: olvidarse de que un partido democrático se rige, en esencia, por la decisión de sus militantes y sus votos. Mercedes Fernández y su dirección regional han sentenciado a la actual dirección de Avilés. No tienen, de momento, la fuerza de los votos, así que deberemos esperar acontecimientos. Confiemos que en Avilés, como sucedió en Gijón, no recurran al voto de los muertos.
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 16-10-2016