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José María Urbano

Dame buenas noticias

El ‘Modelo Avilés’ sigue vigente

La pandemia económica que va a seguir a la sanitaria obligará a apuntalar varios proyectos y acelerar algunos procesos, pero la ciudad debe seguir por la senda de aprovechar y profundizar en sus grandes fortalezas.

 

El Área Sanitaria III fue un ejemplo de efectividad y de compromiso de todos sus profesionales

La industria, de la mano de la innovación, debe seguir siendo la clave del futuro de la ciudad

El apoyo a la hostelería ha de exigir un inequívoco compromiso con la calidad extrema

No se puede renunciar a los grandes proyectos de obra pública ni a la construcción

 

Industria, innovación y nuevos sectores se aúnan en esta carga en el puerto del Grupo Daniel Alonso.  Foto: Marieta

 

Solos no somos nadie. Nuestra vulnerabilidad y fragilidad como seres humanos acaba de ponerse de manifiesto de una forma brutal con un virus que nos ha empequeñecido casi a nivel microscópico. La mayor pandemia sanitaria del último siglo va a provocar una crisis económica que algunos han comparado ya con la II Guerra Mundial. Empezamos ya a observarlo con el anuncio de algunas decisiones empresariales que hablan de destrucción de empleo y deslocalizaciones. Dos claves antes de seguir: a nivel interno, olvidémonos del ‘ruido político’ de Madrid porque no representa lo que está sucediendo en el resto del país; y dos, los problemas económicos, laborales y sociales se empiezan a vivir en todos los países sin excepción, incluso los más poderosos. Esto no es algo original de España o de Asturias. No es un consuelo, pero conviene centrar el problema.

A la hora del análisis de lo que está sucediendo en Avilés y lo que se prevé a corto y medio plazo, que es el objetivo de este informe, habría que empezar diciendo que el ‘Modelo Avilés’ sigue vigente, aunque habrá que apuntalar algunos proyectos y seguramente adelantar determinados procesos, inevitables por otra parte. Definir las claves del ‘Modelo Avilés’, nombre con el que este periódico lo bautizó hace años, no es difícil: multinacionales industriales de primer nivel; un sector metalmecánico potentísimo, con referentes mundiales como el Grupo Daniel Alonso; otro grupo de compañías de servicios avanzados a las empresas; centros tecnológicos de primer nivel mundial como el de ArcelorMittal e Idonial, con su Manzana del Acero; un parque tecnológico Isla de la Innovación en continuo crecimiento; un parque empresarial cada día más cotizado y con amplias expectativas en los nuevos terrenos liberados por Baterías; un puerto de interés general del Estado; un potente sector servicios, un turismo cada vez más en auge; un nivel cultural muy importante en algunos aspectos; una red de atención social que es referente nacional; un sistema sanitario de primer nivel; un casco histórico cada día más valorado; el Centro Niemeyer como icono regional y nacional, al ser la única obra de Óscar Niemeyer en España; instalaciones deportivas, organización de eventos nacionales e internacionales; una red educativa que cubre sobradamente todas las necesidades; y finalmente, cabecera de una comarca con un sinfín de alicientes. Añádase a ello una alta cualificación de la mano de obra industrial y una tradición de años en la colaboración institucional entre Ayuntamiento y agentes sociales y empresariales, a lo que se une un activo tejido asociativo. A partir de ese resumen, cabe hacer el análisis, con una premisa clara: la absoluta dependencia de las políticas y decisiones regionales, nacionales y de la UE.

Sanidad
El coronavirus puso a prueba un sistema solvente

La gravísima crisis sanitaria producida por el coronavirus puso a prueba el sistema sanitario de Avilés, cabecera del Área Sanitaria III, y su nota fue sobresaliente. En ningún momento el Hospital San Agustín se vio colapsado gracias a una buena organización que viene de años y al comportamiento extraordinario de todos los profesionales sanitarios, que se entregaron de una forma heroica. Todos sin excepción, con una mención aparte también para ese otro personal menos reconocido como es el de la limpieza. Y cosas que se van a quedar ya: las consultas telemáticas directas entre médico-paciente; una menor presión asistencial en los centros de salud y una Atención Primaria que saldrá reforzada. Grandes noticias.

Industria
A la espera de una reactivación mundial

Hablar como referencia de la II Guerra Mundial es un error. Las consecuencias de una guerra son la destrucción general hasta de las ciudades. Aquí no ha habido una guerra, sino un parón del mundo en general y del económico en particular. Por eso lo que cabe esperar ahora es que todas las economías empiecen a reactivarse y a partir de ahí se inicie la senda de una cierta normalización y recuperación.

Pero los problemas de la industria, como se está viendo ahora en Europa, se han agudizado con la pandemia. En el caso de Avilés hay motivos para la preocupación. La crisis del automóvil afectará de lleno a varias multinacionales y se unirá a una situación ya muy comprometida desde hace meses, con un Gobierno en Madrid que sigue sin definir su política industrial, con un Ministerio de Industria que tiene una rara habilidad para el parcheo. Alcoa como ejemplo, dejando que su venta se haya convertido poco menos que en un negocio de trileros. (Pese a todo, no hay que perder la esperanza de que Avilés pueda encontrar en este caso en concreto una solución ajustada a sus características y posibilidades).

El Ministerio de Industria sigue sin cumplir su palabra sobre el estatuto electrointensivo. La subasta de interrumpibilidad o compensaciones por los costes de emisiones indirectas de gases de efecto invernadero han caído en barrena. Unamos a esto la competencia desleal de terceros países, la lentitud exasperante de la UE para proteger la industria del continente, y un Ministerio de Transición Ecológica empeñado en una descarbonización exprés que puede provocar cierres de instalaciones en ArcelorMittal, con las dramáticas consecuencias que tendría para Asturias. La ministra Teresa Ribera no se ha cortado en mostrarse en contra de la industria pesada. La vicepresidenta cuarta del Gobierno, que en la pandemia del Covid 19 ha pasado ya a la historia por su preocupación «por la supervivencia de los grandes simios» cuando en este país se sumaban ese mismo día, 26 de marzo, un total de 3.434 muertos, y que posteriormente descubrió ella sola que Portugal había tenido un mejor comportamiento ante el virus que España porque nuestros vecinos están «al Oeste», sigue en su cruzada de convertir a España en la campeona de la lucha contra el cambio climático. Craso error.

Ahora la moda está en el coche eléctrico –por cierto, hoy sólo al alcance de la gente más pudiente, mañana fuera del alcance de los sueldos que se avecinan y del número de desempleados–, y ahí están los primeros datos: cierre de Nissan en Barcelona, 15.000 empleos que se van a destruir en Renault –ninguno en España, 4.500 en Francia–, bajada espectacular de la producción de Mercedes en Vitoria… y cuatro sectores completos que van a pagar las consecuencias: fabricantes, componentes, talleres de reparación y concesionarios, además del de neumáticos. El motor de combustión de un coche está compuesto por 2.000 piezas. El de un motor eléctrico, entre 180-200. La cuenta sale sola. Las consecuencias también. Y en Avilés, ArcelorMittal, Saint-Gobain y en menor escala Asturiana de Zinc por el galvanizado van a sufrir ese llamado plan de reconstrucción del sector automovilístico.

Empuje de la Unión Europea
Por lo demás, Asturiana de Zinc no debe tener problemas, más que los coyunturales de los precios; DuPont no da ninguna señal de alarma, lo mismo que Fertiberia. El Grupo Daniel Alonso, sus grandes empresas como Windar e Idesa han seguido trabajando con una cierta normalidad… Así que habrá que esperar también a ese empuje que por fin está dispuesta a dar la Unión Europea para rescatar las economías de los países miembros.

Lo que va a seguir erigiéndose en un elemento clave para el desarrollo económico de la industria y de la economía en general es todo lo relacionado con el ámbito de la innovación, el I+D+i, en el que Avilés sigue siendo el gran referente de Asturias –algún responsable político no lo ha asimilado todavía– gracias a la importancia de los centros de ArcelorMittal, Idonial y la Manzana del Acero que comparten ambos. Todas las posibilidades de desarrollo de procesos y productos y el crecimiento exponencial de la fabricación aditiva, el 3D, siguen abiertas. Sin descartar que la experiencia ofrecida por estos centros, junto con ThyssenKrupp, en el apoyo al ámbito sanitario para luchar contra el coronavirus – mascarillas, ya homologadas, cascos para CPAP y respiradores– pueda tener su traslado en la creación de alguna empresa que se dedique a la fabricación de esos componentes. En todo caso, las posibilidades de estos centros en todos los ámbitos son extraordinarias y en continuo crecimiento. En definitiva, la industria como eje imprescindible de esta ciudad, de la mano de la innovación, nuevos sectores más sostenibles y puesta en marcha de una FP dual cada vez más necesaria. Avilés lidera esa historia, así de simple.

El Puerto
Obligado a recomponer sus planes de inversión

El parón de la pandemia ha hecho que en los primeros cuatro meses del año haya habido una caída de tráficos siderúrgicos de un 63 por ciento, aunque hay que tener en cuenta que el año pasado se habían sumado 400.000 toneladas extraordinarias por la importación de slabs realizada por ArcelorMittal. La previsión ahora para este año es de una caída general de un 13 por ciento, bajando también las estimaciones de facturación: de 16 millones de euros presupuestados a 14,7, con la idea de recuperar la normalidad en 2022. Ello obligará a redimensionar el plan de inversiones, aunque ninguno de los aplazamientos afectará al rendimiento del puerto.

El sector de la hostelería y el apoyo a sus negocios debe responder con una extrema calidad. Foto: Marieta

Hostelería y comercio
Todas las facilidades a cambio de un compromiso de calidad

La vuelta a una cierta normalidad se ha traducido en un espectacular apoyo al sector de la hostelería y también del comercio. En el caso de Avilés el Ayuntamiento incluso fue más lejos y se adelantó a ampliar los espacios de las terrazas, sin necesidad de que nadie lo solicitara, suprimiendo las tasas de terrazas y las de basura, además de otros beneficios, quitando espacio a los aparcamientos para dárselos a esas terrazas. Y por otro lado, adelantándose incluso a un proceso inevitable, que va a estar marcado por la Ley del Cambio Climático, que es el de ganar terreno para las peatonalizaciones, a la nueva movilidad pensando en el ciudadano, lo que también favorecerá a la hostelería y al comercio. Se necesita un transporte público eficaz, unos aparcamientos disuasorios a las entradas de la ciudad y un dato para no volvernos locos: el 24 por ciento de la población de Avilés (18.645 personas), tiene más de 65 años. Bicicleta sí, pero dentro de un orden.

Bienvenidos sean todos los apoyos, pero la exigencia debe ser clara a los profesionales: un compromiso de altísima calidad en el servicio, en la estética de los locales y en las terrazas. En Avilés hay nombres propios de personas que lo bordan. Ellos deben ser el ejemplo a seguir. No deja de sorprender que la patronal Otea diga que el objetivo debe ser el de la dignificación, «reconocer el oficio de camarero y darle su importancia». ¿Quién debe hacer eso, el cliente, las instituciones, o serán los propios empresarios/propietarios los que dignifiquen esos empleos con contratos decentes –no semiesclavistas gracias a las ‘ventajas’ de la reforma laboral en vigor– y con salarios adecuados?

El sector es clave además para otro elemento sustancial: el del turismo. Y ahí habrá que aprovechar todas las posibilidades, las de los eventos deportivos, la cultura, el Niemeyer –a ver si un día se convierte en «la plaza abierta al mundo», cosa que ahora no es–. Y todo ello, al final, redundará en una ciudad ‘amable’, en la que muchos de los jóvenes que empiezan a trabajar en centros tecnológicos y en otro tipo de empresas de servicios avanzados, startups o industriales, encuentren los alicientes suficientes como para quedarse a vivir aquí e iniciar su proyecto de vida.

El compromiso
Tres comisiones para la esperanza

La pandemia va a dejar claro, más allá del espectáculo político y mediático de Madrid, que las personas ya no van a permitir más bromas con la clase política. En ese sentido hay que felicitarse por la creación de las tres comisiones impulsadas desde el Ayuntamiento: una política, otra con los jefes de servicio municipales y la tercera en la que vuelven a estar unidos el propio Ayuntamiento, UGT y CC OO, Cámara, UCAYC y Cáritas y Cruz Roja. Tres instrumentos para aportar soluciones en este tiempo. Como quiera que algo parecido se está haciendo en los ayuntamientos de la comarca, a lo mejor al final puede haber unas conclusiones y unas políticas que se puedan aplicar conjuntamente para algunas cuestiones concretas, la principal la del turismo de calidad. Nadie como todas estas personas involucradas ahora como para tener el conocimiento de las enormes fortalezas de esta comarca.

Grandes proyectos
Pendientes del Gobierno y de los fondos europeos
No se puede renunciar a ninguno. Ronda Norte, soterramiento, pero también obra pública local –el Ayuntamiento anuncia acertadamente que no renuncia a ejecutar lo que está previsto en sus presupuestos–, e invitación a la construcción privada. Avilés necesita reactivar la construcción y ampliar el abanico de posibilidades, de forma que si el ‘Banco malo’, la Sareb, dice que está dispuesto a ejecutar proyectos como el de la antigua Residencia de Ingenieros, bienvenido sea. Primero porque la competencia abaratará el precio de los pisos; segundo, porque significará creación de empleo y riqueza; y tercero, porque aportará vivienda nueva como reclamo para muchas personas que pueden quedarse aquí a vivir y con ello enfrentarse al drama actual de la pérdida de población y el de una pirámide de edad que necesita dar un giro.

En suma, un ‘Modelo Avilés’ que sigue vigente, envidiable en muchos aspectos, con problemas, con incertidumbres, pero que debe ser la clave para afrontar las dramáticas consecuencias de una  pandemia sanitaria y ahora económica. Solo se necesita el esfuerzo solidario de todos.

 

Publicado en La Voz de Avilés el 31 de mayo de 2020

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Sobre el autor

José María Urbano. Periodista. ExJefe de Redacción de La Voz de Avilés-El Comercio. Columnista de este periódico y director de AsturiasInnova+, el proyecto de divulgación de la innovación, la ciencia y la tecnología adscrito al Grupo El Comercio (Grupo Vocento). El relato de los hechos y los fundamentos de la opinión sólo pueden tener su base en el poder de los datos. En un mundo en el que imperan los clics, los shares, las notas teledirigidas, las ruedas de prensa sin preguntas y las declaraciones huecas en busca de un titular, hay que reivindicar el periodismo hecho por profesionales. Política, economía, cultura, deportes... la vida en general, tienen cabida en este espacio que pretende ir más allá de la inmediatez, la ficción y el ruido que impera apoyado en las redes sociales. El periodismo es otra cosa.


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