La covid retrata a los políticos sobre la realidad de la comarca de Avilés que reclaman los ciudadanos.
Lo que no han conseguido los razonamientos de todos estos años sobre la importancia de funcionar como comarca en múltiples aspectos, en beneficio de sus cerca de 120.000 habitantes, lo han logrado las brutales consecuencias de la covid 19. Y lo ha hecho la parte que siempre ha estado convencida de sus beneficios: los vecinos. Mientras tanto, esta semana hemos asistido a un amago de interés político por algún aspecto de la idea. Ya se sabe que los políticos, en general, son los únicos responsables de que no haya avanzado la comarca, lo mismo que el área metropolitana, y con ello el sentido de tantas cosas. La alcaldesa de Avilés y el primer edil de Corvera, incluso el de Illas, han pedido a la Consejería de Salud la posibilidad de que el confinamiento perimetral se extienda a esos concejos y que no afecte solo a Avilés. La semana pasada, en esta misma sección, ya se reflejaba la incongruencia de dos vecinos de Las Vegas (Corvera) y Villalegre (Avilés), separados por un puente, que de repente se encontraban con que los pequeños o grandes detalles de su vida se habían trastocado por la imposibilidad de entrar o salir de los dos concejos. Algo tan sencillo como ir los dos a tomarse unos vinos por la zona. Ahora se ha comprobado que casi todo lo que no sea esa ampliación perimetral de la comarca es un sinsentido y lo único que acarrea son problemas para los propios vecinos en mil y un detalles de su vida cotidiana. Lo expresa muy bien el alcalde de Illas: qué hacen los vecinos de su concejo si en sus núcleos de población no hay comercios o entidades bancarias, por ejemplo.
¿Qué sentido tiene que los vecinos de Avilés, y encima con toda la hostelería cerrada, no puedan ir a pasear por las playas de Salinas, San Juan o Xagó? O que no se corrija una situación tan ridícula como la que padecen los vecinos del pequeño pueblo de San Juan, que solo tiene una calle, y que la mitad pertenezca a Gozón y la otra mitad, la pegada a la línea de agua, sea de Avilés, lo mismo que el paseo utilizado por muchas personas a diario. Pero, ojo, al llegar a la curva del área recreativa de la playa del Arañón entramos en Gozón, lo mismo que el faro. Ridículo total. Pero que nadie se lo pierda: la Guardia Civil ha abierto una diligencia a un ciclista que venía del faro, y aunque ya estaba en «terreno» de Avilés, se ha seguido con los trámites de la denuncia y que «decida la Delegación del Gobierno».
Los políticos –insisto, únicos culpables de esta ridiculez– siguen yendo por detrás de los vecinos, y muy por detrás de entidades como la Cámara de Comercio, la Unión de Comerciantes, o sindicatos como UGT y CC OO, que hace muchos años que funcionan como comarca, y además la comarca amplia, la que se extiende hacia el Occidente y en la que incluso quiere entrar un concejo como Pravia. La misma configuración que rige para definir el Área Sanitaria III. Pura sensatez.
Bienvenido sea ese impulso que ha partido ahora de los alcaldes de Avilés y Corvera, aunque haya sido por los efectos indeseados de un virus.
En todo caso, será un espejismo más. Aquí, como en Asturias en general, seguiremos a lo nuestro, o mejor dicho, cada uno a lo suyo. Ahí está como ejemplo el alcalde de Oviedo, que acaba de abochornarnos un poco a todos en esta región cuando ha utilizado el número de infectados o muertos para lanzar un discurso lamentable sobre «su» Oviedo y Gijón. En todo caso, el alcalde de Oviedo demuestra que, más allá de los intereses de su ciudad, empieza a primar su papel como ariete contra el Ejecutivo de Barbón para ayudar a la nueva estrategia de la señora Mallada, presidenta por fin del PP de Asturias tras recibir las oportunas bendiciones de Madrid.
Al alcalde de Oviedo, persona cabal y sensata, no hay nada que recomendarle, hasta que él mismo se dé cuenta de que, por tantas razones, incluidas las personales, no le merece la pena seguir por esa senda emprendida. Dicho esto, al PP de Asturias se le presenta una oportunidad única para demostrar que lo suyo no es una pose, sino que va a aprovechar el debate de los presupuestos regionales para evidenciar que Avilés, por ejemplo, va a estar, no en el centro, pero sí, como mínimo, entre las prioridades de su partido. Con apuestas y apoyos concretos, no con enunciados que sólo dan para titulares de una rueda de prensa más de vez en cuando.
En todo caso, el mismo requerimiento habrá que hacerle a la FSA-PSOE, a ver si, en general, saben sus responsables regionales cómo se entra en Avilés y nos demuestran que esto no va de «los míos», sino de todos. O a la misma Izquierda Unida, que el día que presente o apoye un proyecto concreto de la ciudad de Avilés seguro que aquí se hará una jornada de fiesta, después de tantos años de ninguneo, «en favor de los nuestros».
Un último apunte de este desatino político. La conocida como carretera del Faro de San Juan, que va desde Avilés a la estación depuradora de Maqua, soporta desde hace unos días el trasiego de más de cien camiones diarios que se envían desde Cogersa para depurar aguas residuales hasta que no se solventen ‘sus’ problemas de conexión con el colector industrial. (¡¡¡Cien camiones más que sumar a los otros cien diarios de jarofix que hasta ahora llegaban a El Estrellín desde Asturiana de Zinc, empresa radicada en Castrillón, que es donde paga sus impuestos, más los añadidos de su generosidad!!!)
La estación depuradora de Maqua es el paradigma del olvido y el abuso político de los sucesivos gobiernos de España sobre una ciudad, Avilés, que sigue con una obra inconclusa después de más de veinte años, una obra que, por cierto, da servicio a toda la comarca y a todas las grandes multinacionales. Y ahora, como nos demuestra Cogersa, a toda Asturias. Aquí, afortunadamente, a nadie se le ocurrió contar muertos para hacerse oír. Aunque a lo mejor por eso le siguen tomando el pelo a esta ciudad. Todos.
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 8 de noviembre de 2020
(Editado el 12 de noviembre de 2020. La alcaldesa de Avilés, en declaraciones recogidas por La Voz de Avilés, afirmó esta semana que daba por no aprobada la ampliación del confinamiento perimetral con Corvera por “silencio administrativo” de la Consejería de Salud del Principado).