José María Urbano
Director de AsturiasInnova
En el Principado de Asturias estamos acostumbrados a poner de ejemplo al País Vasco en muchas cuestiones: el apoyo a sus industrias, la innovación, la regulación de la FP y, también, su fuerza en el Parlamento nacional. Su última aportación ha sido con motivo de la crisis del precio de la electricidad y la pugna que mantienen Gobierno y grandes compañías eléctricas. Aitor Esteban, portavoz del grupo vasco en el Congreso, le espetó al presidente del Gobierno: «Solucione el problema de la energía porque está en juego la economía y su propio Gobierno».
En Euskadi, EH Bildu y a continuación Podemos han acusado al Gobierno de Urkullu y al PNV de defender los intereses de las grandes eléctricas. Y para ello han recordado que personalidades de ese partido como Xabier Sagredo, Juan Mari Atutxa, Jon Azua, Josu Jon Imaz o Mario Fernández están en los consejos o en los comités de dirección de Iberdrola, Gamesa, Petronor, Enagás o Repsol. La respuesta del Gobierno y del PNV ha sido esta: «Qué fácil es hacer demagogia sin responsabilidades públicas y sin idea de las implicaciones del sector eléctrico». Al cambio: empresas como Iberdrola son el principal contribuyente del País Vasco, del que depende buena parte de su estado de bienestar.
No hace falta explicar nada más. Es cuestión de visión. Al nuevo vicepresidente de Iberdrola, Antonio Miguel Carmona –un militante socialista sin cargo ni función orgánica en su partido–, seguro que más de un responsable político de Euskadi le va a invitar a comer una vez al mes, apelando a la responsabilidad de quien gobierna y busca el beneficio de toda la sociedad. Yo haría lo mismo. Está invitado.
Publicado en AsturiasInnova+, El Comercio, y en el blog ‘Dame buenas noticias’ el 24 de octubre de 2021