Por primera vez el presidente del Principado hizo un guiño a Avilés, defendiendo su modelo y su resistencia
Atender la última hora de la información y en otras ocasiones la falta de espacio hacen que los propósitos con los que uno inicia cada semana este comentario tengan que quedarse en un segundo plano o simplemente ser aparcados definitivamente. La urgencia de la situación de Alcoa el domingo pasado hizo que no pudiera comentar como hubiese deseado el mensaje de fin de año del presidente del Principado que grabó en Avilés. Si durante dos años he estado insistiendo, incluso criticándole personalmente, en la necesidad de que Adrián Barbón tuviese un gesto con esta ciudad y comprendiese que el futuro de Asturias pasa en buena medida por el ‘Modelo Avilés’ de desarrollo de la nueva industria –cinco multinacionales– de la mano de la I+D+i, ahora que lo ha hecho es justo que se le reconozca.
Un momento del discurso del presidente del Principado de fin de año, con la ría de Avilés al fondo.
Y yo lo hago con gusto y además alabando su mensaje y su cita concreta a esta ciudad, que fue ésta: «Este mensaje está siendo grabado en Avilés, con la imagen de fondo del Centro Óscar Niemeyer, que ha cumplido recientemente su décimo aniversario. La elección no es arbitraria: esta ciudad, esta comarca, simbolizan la alianza entre ciencia, innovación e industria, ineludible para garantizar el desarrollo de Asturias. Esa alianza marca el camino que debemos recorrer con el mismo espíritu que lo ha hecho esta ciudad: afrontando los desafíos, renunciando a rendirse y reinventándose una y otra vez para adaptarse a las nuevas realidades».
Impecable. Gracias.
Manifestación de Alcoa
Ayer hubo una concentración en El Parche de trabajadores de Alcoa, acompañados por personas que quisieron mostrar una vez más su solidaridad con una plantilla de trabajadores que, como señalaba el pasado domingo, ha sido engañada desde el ámbito empresarial y desde el político.
En el primer caso uno puede asegurar, con datos, que el nerviosismo se ha apoderado de la multinacional Alcoa, que ve cómo su reputación ha quedado en entredicho con lo que ha sucedido en las plantas de Avilés y Coruña. Y además, seguramente ese nerviosismo va ir in crescendo a medida que puede acercarse una decisión judicial que obligue a Alcoa a resetear el proceso de venta e iniciarlo de nuevo en vista del incumplimiento del convenio firmado por ella con Parter.
En el segundo caso, el político, cada vez está más claro que ni el Gobierno central ni el regional han estado a la altura, ni mucho menos. Todo han sido disculpas e incumplimientos, como el del estatuto de las electrointensivas. Pasaron los tiempos de la comprensión, como bien sabe el consejero de Industria cuando alguna formación quería cobrarse, con él de víctima propiciatoria, una presa en el Gobierno regional y aquí se alabó su discurso frontal ante una operación de venta infame. Pero el tiempo de unas simples declaraciones ya pasó.
La grave situación de esta fábrica de Asturias –sí, de Asturias, señores del Gobierno regional– debe servir para que tanto Industria como el Ejecutivo autonómico asuman el compromiso de, uno, solucionar el problema de Alcoa, y, dos, buscar una inversión industrial que compense el abandono histórico para con esta comarca, sometida siempre a la parte más dura de las reconversiones, nunca compensadas como en otros territorios.
La propaganda y la retórica deben dar paso a las soluciones y si no queda otro remedio, a la reivindicación en el despacho de La Moncloa. También habrá que pedirle al comité de empresa de Alcoa, a los sindicatos, que no se dejen llevar por la demagogia interesada de algunos acompañantes. Mariví Monteserín, alcaldesa de Avilés, lo mismo que el alcalde de Gozón, pueden ser una parte importante de la solución –que habrá que aprovechar–, no el problema. Los petardos y las consignas de dimisión pueden servir en una concentración, pero nunca en un planteamiento al máximo nivel que requiere ideas claras y cabeza fría.
Mancomunidad Comarca Avilés
Leo hace unas semanas en LA VOZ DE AVILÉS, en un excelente trabajo de Alberto Santos, los datos del Plan de Sostenibilidad Turística que ha sido concedido a la Mancomunidad Comarca Avilés. Se trata de una inversión de 1.852.149,52 euros, conseguidos en una convocatoria a nivel nacional a la que acudieron 301 candidaturas. Un éxito, sin duda. El Gobierno central, el autonómico y la Mancomunidad tendrán que aportar 617.853,16 euros cada uno. Dentro de la Mancomunidad, Avilés aportará el 60 por ciento; Castrillón, el 20; Corvera, el 15; e Illas, el 5 por ciento.
La Mancomunidad Comarca Avilés tiene tres apartados de gastos: mantenimiento de su propia estructura como sociedad; la promoción turística y la oficina ambiental. Éste es el reparto.
Mantenimiento: Avilés, 53.224 euros; Castrillón, 12.408; Corvera, 9.306; Illas, 3.102.
Promoción turística: Avilés, 50.000 euros; Castrillón, 9.000; Corvera, 6.333; Illas, 2.000.
Oficina ambiental. 54.000 euros que pagan Castrillón, Corvera e Illas, que son los que mantienen a un técnico ambiental. Sería bueno que, por ejemplo, la portavoz municipal del PP en el Ayuntamiento de Avilés tuviera en cuenta este detalle para que cuando critique las condiciones de trabajo que ese técnico denuncia de vez en cuando, sepa a dónde tiene que dirigir sus quejas. Desde luego, nunca al Ayuntamiento de Avilés, en donde ella actúa y cobra. Avilés cuenta con un departamento medioambiental avanzado y modélico desde hace muchos años, pero en su día Castrillón, Corvera e Illas prefirieron pagar a un técnico antes que contratar los servicios del Ayuntamiento de Avilés. En todo caso que lo expliquen ellos.
Finalmente, en el convenio que acaba de firmarse entre las tres administraciones, el reparto de actuaciones concretas será éste por municipios, es decir, lo que «recibirá» cada uno: Avilés, 604.500 euros; Castrillón, 473.147; Corvera, 239.702; Illas, 58.800 euros.
Finalmente, en el convenio que acaba de firmarse entre las tres administraciones, el reparto de actuaciones concretas será éste por municipios, es decir, lo que «recibirá» cada uno: Avilés, 604.500 euros; Castrillón, 473.147; Corvera, 239.702; Illas, 58.800 euros.
Los datos están ahí, son claros. Nada más que decir. (Eso sí, este relato continuará).
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 9 de enero de 2022