Indiferencia política general ante la presencia en Avilés de uno de los urbanistas con mayor prestigio del mundo
Alfonso Vegara, fundador y presidente de honor de la Fundación Metrópoli, impresionó con su ponencia a todos los asistentes a la jornada que AsturiasInnova+ -el proyecto de divulgación, debate y reflexión sobre la innovación, la ciencia y la tecnología adscrito a este periódico- organizó en el Centro Niemeyer con la Nueva Bauhaus como punto de partida para hablar del nuevo diseño de las ciudades y de los retos que, de forma obligada, marcan la Agenda 2030 para todos los territorios y que deben estar alcanzados ese año.
Arquitectos, responsables de las agendas urbanas autonómica y la de Avilés, un europarlamentario-arquitecto, un responsable de banca, la presidenta de la Alianza de Fundaciones para el Desarrollo de los Territorios, Teresa Estrada, y finalmente el cierre de un arquitecto, economista y sociólogo como Vegara, reflexionaron durante toda la mañana del viernes sobre cuestiones que afectan al desarrollo de las ciudades: los problemas, los retos y los ejemplos que nos pueden servir para lograr ese objetivo final de mejorar la vida de las personas y a la vez situarse ante el gran reto de la humanidad en la nueva era tecnológica, que es el de atajar el cambio climático.
Doctor en Planificación Urbana y Regional, Alfonso Vegara está considerado como uno de los urbanistas de mayor prestigio en todo el mundo y uno de los españoles más influyentes en Estados Unidos. Asesor del Gobierno de Singapur, el país y la ciudad-estado más importante de Asia en este momento, Vegara ha colaborado también en los planes de ciudades como Yokohama, México DF, Buenos Aires, Bilbao, Kuala Lumpur, Sao Paulo, Casablanca, Moscú y Medellín. Y ahora en Madrid. Es autor de más de treinta libros y sus conferencias se reparten por los cinco continentes.
Merece la pena destacar la personalidad de este ponente que cerró la jornada de AsturiasInnova+ el viernes, lo que demostró, entre otras cosas, la generosidad y el talante abierto de una persona de esta categoría que no tuvo inconveniente en abrir un hueco en su agenda internacional para plantarse en Avilés y dejar a todo el mundo con la boca abierta. Vegara lanzó al final un mensaje claro: «las ciudades con futuro son las que tienen un proyecto claro y saben a dónde quieren ir». Le avalan a él y a su fundación nada menos que treinta años de experiencia en el análisis y en el diseño urbanístico.
Al final de su ponencia y tras agradecerle su clase magistral, le planteé la posibilidad, casi en broma, de ‘abusar de su generosidad’ y volverlo a convocar para que nos ofreciera su visión y nos ayudara en esa misión imposible del área metropolitana asturiana que de alguna manera define nuestra pequeñez como región, y no precisamente por nuestra situación periférica, sino por nuestra propia incapacidad para superar ese complejo de campanario al que nos somete esta clase política tan corta de vista, tan poco viajada, tan preocupada de su privilegiado estatus, a izquierda y derecha.
Tras el impacto causado por su ponencia entre los asistentes, lo que casi todo el mundo ignoraba o había olvidado es que la Fundación Metrópoli de Alfonso Vegara fue la autora del masterplan de la Isla de la Innovación de Avilés -gracias a la extraordinaria visión de Vicente Álvarez Areces como presidente del Principado-, en lo que constituyó un análisis certero y sobre todo una propuesta de futuro de la ciudad que solo las consecuencias de la crisis asoladora de 2008 impidió desarrollar. Aquel trabajo propició un concurso internacional que fue adjudicado a una UTE en la que estaba la propia Fundación Metrópoli, acompañando al estudio de Norman Foster y a Ove Arup, la ingeniería civil más importante del mundo, más Tecnia y el despacho de Garrigues.
Aquella historia produjo hasta hace bien poco la indiferencia y hasta la mofa de algunos grupos con representación municipal cada vez que oían hablar de la Isla de la Innovación. Y a nivel comarcal y de región -por favor-, el desconocimiento acostumbrado con todas las cosas de Avilés. Cero sorpresas, claro, en una región en donde ha sido habitual que los estudios de ‘comités de sabios’ convocados por los gobiernos de turno solo hayan servido para los millones de fotos del día de su presentación, para a renglón seguido encerrar esos estudios en un cajón bajo siete llaves, como bien podrían certificar hoy aquellos profesionales implicados en una labor y en un esfuerzo generoso que a la postre resultaron baldíos. Y por supuesto, nula sorpresa en esta comarca-campanario en la que la han convertido los políticos, en donde Avilés siempre es la gran damnificada: la que más dinero pone y la más traicionada en sus aspiraciones, en muchas ocasiones con la bendición y sonrisa fotográfica de los responsables del Ejecutivo regional y su indiferencia.
Pero conviene sacar alguna otra conclusión de esta jornada que habló sobre todo de futuro, de nuevos diseños de ciudad, de oportunidades, del cumplimiento obligatorio por parte de todos los ayuntamientos de la Agenda Urbana Española. Sorpresa. Solo cuatro ayuntamientos asturianos tienen planteada y adelantada su agenda urbana: Avilés, Gijón, Aller y Castropol. Un marco estratégico sobre cinco pilares clave: acción urbana, acción social, acción climática, innovación y gobernanza inteligente. En el caso de Avilés, para seguir con un plan de acción que contiene 17 programas, 36 proyectos y más de 200 actuaciones estratégicas sobre las que se lleva años trabajando. El problema de Avilés es fundamentalmente uno: el de su soledad. El de tener que remar incluso contra corriente.
A la jornada del viernes de AsturiasInnova+ -aparte de la alcaldesa de Avilés, su concejal de Promoción Económica y el edil socialista Juan Carlos Guerrero-, solo asistió una política en activo de esta región: Susana Madera, concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Siero.
¡Qué radiografía política!
Publicado en La Voz de Avilés el 26 de marzo de 2023