Foro Asturias del Ayuntamiento de Gijón considera ‘escandaloso’ el dinero que Avilés recibe del Principado para el gasto social
Bajo el título ‘Trump, riesgos y oportunidades’, Antonio Garrigues Walker, sin duda una de las mentes más brillantes de este país, exponía este viernes pasado en las páginas de ‘Abc’ un más que recomendable artículo de opinión para tratar de explicar lo que ha sucedido en Estados Unidos para que Donald Trump haya llegado a la Casa Blanca.
Garrigues –otra de las grandes personalidades que formaba parte del Patronato de la Fundación Niemeyer y que se fue horrorizado en cuanto irrumpieron en tropel los nuevos inquilinos de Foro Asturias– destaca como una de las cuestiones relevantes de este terremoto electoral norteamericano –aplicable al mundo en general, y sobre todo a Europa– «el comportamiento del estamento político, que ya ha agotado todas las paciencias ciudadanas», para señalarle más adelante como «el estamento más alejado de la realidad social».
Si descendemos al comportamiento político más cercano, el local y el regional, las conclusiones y el espanto serían los mismos, con una serie de comportamientos, entre la vieja y la nueva política, que lo único que consiguen es ir añadiendo, día a día, más motivos para la desafección por la política y más hartazgo. Y no sólo por ese alejamiento de los verdaderos problemas de la gente, sino también por esa irritante incapacidad para llegar a acuerdos en cuestiones que son básicas para el bienestar de los ciudadanos.
El pasado lunes, este periódico, página 26, publicaba una amplia información sobre la queja de la concejala de Foro Asturias en el Ayuntamiento de Gijón, Eva Illán, que denunciaba el comportamiento del Principado en materia de ayudas al gasto social. La concejala no se limitaba a denunciar, como podría ser lógico, que la cifra aportada por el Gobierno regional a las arcas municipales gijonesas fuera más o menos escasa, incluso rácana, sino que lo que le molestaba era que las aportaciones eran porcentualmente mayores para Oviedo y, sobre todo, para Avilés. (5,8 millones del Principado para Gijón, 4,6 para Oviedo y 4,2 para Avilés, mientras que la aportación de los ayuntamientos a servicios sociales, según sus cuentas, serían 22, 14,5 y 6,7 millones, respectivamente).
En el lenguaje habitual de los cargos políticos de Foro Asturias, la concejala Illán, tras insistir en que a Avilés se le da en proporción «tres veces más que a Gijón» –el 63% del gasto frente al 26%–, tildaba este hecho de «escandaloso» y «bochornoso».
El objeto de este comentario no es entrar en una guerra de cifras a ver quién tiene razón, pero tampoco es cuestión de asumir como buenos algunos datos. La partida presupuestaria de los programas sociales del Ayuntamiento de Avilés asciende a 12,2 millones de euros, casi el doble de los que tienen concertados el Ayuntamiento y el Principado.
No quedan lejanos los tiempos en los que desde el Ayuntamiento de Gijón se felicitaba al de Avilés por poner en práctica una serie de políticas sociales avanzadas a las que desde la Villa de Jovellanos no se había podido llegar: cláusulas sociales en los contratos, ayudas de garantía energética o ayudas al alquiler y al pago de hipotecas a familias con dificultades.
Tampoco ha pasado mucho tiempo desde que este periódico publicó la noticia de que el Ayuntamiento de Avilés se encontraba entre los primeros de España que más dinero destinaba de su presupuesto a promoción social, según los datos que manejaba la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales basándose en datos del Ministerio de Hacienda tras analizar los 138 municipios mayores de 50.000 habitantes de todo el territorio español.
El gasto medio por habitante se situaba en los 115,93 euros, una cifra notablemente superior a la media de los municipios españoles mayores de 50.000 habitantes, que según esos datos del Ministerio estaría en los 93,21 euros. La cantidad que destinaba en ese momento Avilés a la intervención social era muy superior a la de otros municipios asturianos. Según el citado informe, Siero dedicaría sólo 64,4 euros por habitante, y por encima de este concejo estaría Oviedo con 81,64 y después iría Gijón que dedicaba a la promoción social 96,78 euros por habitante.
Con todo, lo importante de esta queja de la concejala gijonesa por algo «escandaloso y bochornoso», no es saber si las cifras son más o menos ajustadas, sino reflexionar sobre a dónde nos lleva esta política del agravio permanente que nos conduce de cabeza a esos rancios localismos que tanto daño hacen al desarrollo –traducido en bienestar general– de las comarcas, las regiones y el país. Fue el ‘Cerco a Oviedo’ de Gabino de Lorenzo. Lo es el discurso de la alcaldesa de Gijón, a la que jamás se le ha escuchado un mensaje de colaboración en defensa del interés general. Al contrario: el futuro de una empresa como Asturiana de Zinc «no es de interés para Gijón», que fue su argumento para rechazar la utilización de una cantera abandonada en su municipio para el depósito del jarofix, pese a contar con todos los permisos.
Si Avilés, la ciudad eternamente relegada en los presupuestos regionales hasta que Vicente Álvarez Areces llegó a la presidencia del Principado, hiciera una lista con los agravios padecidos y actuales, necesitaríamos unas cuantas páginas de este periódico para desarrollarlas. ¿Se imagina alguien un discurso desde Avilés que se preguntara qué interés tiene para los avilesinos la inversión de El Musel, la de la Laboral, la ZALIA, las autovías a Oviedo y a las Cuencas, el pago íntegro del Conservatorio de música o hasta el dinero de todos para salvar en su día al Sporting de su desaparición?
Con este tipo de planteamientos, ¿quién se atreve a vaticinar, por ejemplo, que esa idea de ‘Ciudad Astur’ va salir algún día adelante? Es urgente que nuestra clase política eleve su nivel y no nos siga abochornando con propuestas y planteamientos que, como este de los localismos, son fáciles de prender en tiempos de crisis como los que vivimos.
Ministro y alcaldesa
El Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS consiguió traer a Avilés el 4 de noviembre de 2013 al entonces alcalde de Santander y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Íñigo de la Serna. Vino acompañado de su concejala de Comercio y Turismo, Gema Igual. Los dos ofrecieron una imagen magnífica en todos los sentidos. La entonces alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, no quiso asistir a la conferencia de la Casa de la Cultura por sus «diferencias» con él en la reforma local que se estaba debatiendo en aquel momento. No asistió ningún concejal de la oposición, salvo los del PP, claro.
Íñigo de la Serna acaba de ser nombrado Ministro de Fomento. Y Gema Igual, alcaldesa de Santander. Para el Aula de Cultura de LA VOZ fue un honor su presencia y su disposición. Para Avilés, tengo la duda de si aquella no fue una oportunidad perdida más para «hacer amigos» de verdad.
Publicado en La Voz de Avilés-El Comercio el 13 de noviembre de 2006