ESTADOS UNIDOS, LECCIONES Y ELECCIONES
Logrado el adiós a Trump, no vendría mal un mínimo de autocrítica sobre lo políticamente correcto, así como emprender un verdadero liderazgo contra las agresiones medioambientales y también contra los atropellos propios de una globalización que piensa poco en la igualdad y, así, un largo etcétera
Ante todo, EE UU acaba de dar al mundo una gran lección de democracia
ESTADOS UNIDOS, LECCIONES Y ELECCIONES
«Estos desgraciados tiempos exigen concepciones nuevas, que se apoyen sobre las fuerzas humanas olvidadas y supongan de nuevo una fe en el hombre, base de la pirámide económica. Las consecuencias de la gobernación han sido siempre comprobar si los hombres y mujeres, individualmente, han de servir a un sistema de gobierno o de economía, o si un sistema de gobierno o de economía existe para servir a los hombres y mujeres». (Roosevelt).
No olvidaré nunca aquella mañana otoñal de 2016. Al entrar en el aula, unos minutos antes de que la clase comenzase, siendo todavía de noche, un alumno de 2º de Bachillerato me dijo que las elecciones en Estados Unidos las había ganado Trump. Aquello me causó una enorme sorpresa y además me parecía increíble que el país en teoría más poderoso del mundo pudiese estar presidido por un individuo tan zafio y tan mendaz. Pero, como se sabe, las urnas mandan en los sistemas democráticos.
Cuatro años después, tras interminables recuentos, tras continuas amenazas del todavía presidente, se confirma el triunfo de Biden. Confieso que no soy un entusiasta admirador del candidato demócrata. Ahora bien, si lo comparamos con su rival no cabe albergar ninguna duda de que los derechos y libertades en el mundo están de enhorabuena.
¿Cómo no tener presente el libro de Tocqueville que se ocupa precisamente de la democracia en América? Me pregunté a lo largo de todo este tiempo qué porcentaje de sesudos analistas de la actualidad internacional habrían tenido a bien asomarse a las páginas de este libro, creo que lúcido y deslumbrante, en el que la democracia está omnipresente, en el que se admira esa especie de ‘pureza’ de la democracia en América, frente a aquella Francia «cuya democracia todavía está entretenida en derribar».
Al mismo tiempo, eché muchísimo en falta que apenas vi menciones al libro de Popper que tiene como título ‘La Sociedad abierta y sus enemigos’, pues el mencionado ensayo no solo se trata de una inequívoca apuesta por la dignidad humana y por los derechos y libertades, sino también de un rechazo sin matices a todo tipo de totalitarismo.
Estados Unidos, sus lecciones de democracia a lo largo de la historia. ¿Se podría entender el siglo XX sin su música más provocativa y puntera? ¿Se podría entender lo que en verdad es una sociedad democrática sin las inolvidables lecciones que nos dio el mundo del cine de aquel país, cuando se opuso a aquella ‘caza de brujas’ encabezada por McCarthy que tenía toda la intencionalidad de un atropello a las libertades? Pero hubo quienes supieron estar a la altura dando lecciones de dignidad.
¿Y qué decir de Roosevelt, de aquel presidente norteamericano, que tanto deslumbró a nuestro Fernando Vela, hasta el extremo de escribir un libro titulado ‘Los Estados Unidos entran en la historia’, libro que, en el fondo, viene a ser una biografía sobre esta gran figura histórica que tantas lecciones de dignidad y democracia dio durante su mandato y que tanto puede aportarnos ahora?
Pertenezco a una generación que fue bastante crítica con la política estadounidense en su conjunto. Bien conocemos la ausencia de solidaridad, las enormes diferencias sociales, su calvinismo, su puritanismo que se ensañó entre otros contra Bertrand Russell. No, no hay que dejar de ser críticos con muchas cosas, pero tampoco podemos negar la evidencia de las enormes lecciones que nos viene dando la historia de un país que, según todos los indicios, va a iniciar una nueva etapa.
Adiós a Trump, a sus ordinarieces y falacias. Logrado esto, no vendría mal una cierta autocrítica acerca de lo políticamente correcto, así como buscar el liderazgo de políticas contra las agresiones medioambientales, contra los atropellos propios de una globalización que piensa poco en la igualdad, y así un largo etc.
Pero, ante todo, Estados Unidos acaba de dar al mundo una gran lección de democracia. Sin duda es para felicitarse.