Hoy el desván está de enhorabuena, los ñoños también tienen sobrinas y también tienen ahijadas y hoy, en el desván, y en todos los otros sitios también, mi sobrina y mi ahijada cumple diez nada menos, diez castañas como diez soles.
Parece mentira que ya sean diez, si ayer cumplió uno y hablaba en otro idioma, si ayer cumplió tres y me contó su primer chiste, si ayer cumplió cinco y le enseñé a pintar con pincel, si ayer cumplió seis y me enseñó a decir jopeta, y me enseñó todas las canciones del mundo, y se inventó todos los juegos del mundo. Si hoy cumple diez y ya hace tiempo que es mi inspiración.
Desde que llegó Elen, que se así se llama, recibe un dibujo como extra a los regalos de verdad. Ahora tiene diez, se hace mayor y los dibujos tendrán que ir dejando paso, como tantas otras cosas. LLegó Elen y el ñoño que escribe pasó de nada más que un pintor a nada menos que un tío pintor, casi nada.
Feliz cumpleaños, misifús. Lo de dejar los dibujos lo dejamos para los once, ¿vale?.