Aquí estamos otra vez. Echando un vistazo al desván uno diría que el año se ha pasado volando. Atendiendo a otras cuestiones más parecería que ha pasado a la pata coja, a duras penas. Pero no, no hay más penas que las citadas en el desván, hoy no toca. Va de otro palo el asunto, más ñoño, para variar, más cariñoso. Cariño se reparte todo el año, pero esta vez al año se avisa que se reparte. Las fiestas son excusas del querer que todo el año se dan por sentadas, son de esas cosas que se saben, que no hace falta decirlas, que siempre hay que decirlas, que nunca se saben lo suficiente. Hoy, toca. Felices Fiestas, gente que no está.