Cada mandamás que se deja caer por estos rincones se explaya sobre la necesidad de evitar que los pueblos se mueran y que las explotaciones agrarias desaparezcan. Pero, después de acunarnos con discursos, retornan a su cómodo sillón parlamentario, se ponen a legislar y causan más estragos que cien incendios y trece años de sequía. Porque no es que las normas que dictan sean inútiles, al contrario, sirven para algo: para dejar nuestra comarca completamente desierta.Desde luego, nadie espera que esta gente cumplan sus promesas, pero, cuando las acciones y las palabras siguen caminos tan opuestos, resulta sospechoso.
Dos clases de cargos políticos afligen la administración con resultados devastadores: los burócratas inútiles que necesitan una montaña de papeles tras la que ocultar su ineptitud y los corruptos que necesitan un montón de dinero para saciar su codicia. Para satisfacer a unos y otros se promulgan cada día dos tipos de leyes: las “tocapelotas” y las “sacacuartos”. Un ejemplo lo ilustrará mejor. ¿Anda usted resfriado y sale una norma que le exige presentar un certificado médico para poder sonarse por la calle? Eso es claramente “tocapelotas”. En cambio, si tiene que sacar un permiso de mocos, más caro cuanto más espesos y verdosos sean, es puro “sacacuartos” y, si le obligan a pagarse un curso para obtener un carnet de manipulador de narices, es una mezcla de ambas.
Espero no estar dando ideas, porque cosas más absurdas se han visto. ¿Piensan que exagero? ¡Pregunten a cualquiera que haya intentado hacerse una casa en un núcleo rural sobre el calvario que le hicieron pasar y sobre lo que le costó conseguirlo! ¿Todos estos papeles, permisos, requisitos y trámites sirven para evitar que los pueblos desaparezcan o para todo lo contrario? ¡Pregunten a un ganadero sobre la cantidad de cursos, papeles y zarandajas que le obligan a tener! ¿Son tan estrictos con la carne y la leche importadas? ¿Ayuda esto a que nuestras explotaciones sean más competitivas o las empuja al cierre? ¿Daño colateral o propósito? ¡Decidan ustedes!