Descansando la guadaña sobre la cueta, contemplaba el trozo de maleza que acababa de segar, pensando por enésima vez que, para esta labor, hubiera sido mejor una desbrozadora. Había ido dejándolo de un día para otro y, al final, no me había quedado más remedio que ponerme manos a la obra antes de que pasase de la categoría de monte bajo a la de selva impenetrable y hubiese de reemplazar la guadaña por un machete. Tocaba ahora disponer de toda aquella vegetación inútil y barajé la posibilidad de dejarla secar y prenderle fuego porque, alejada como estaba de cualquier monte, no suponía ningún riesgo. Pero la idea del humo negro llenándolo todo me disuadió. Anteponiendo mi conciencia ecológica a mi salud lumbar, opté por amontonarlo en una esquina para que pudriese.

Y, mientras me afanaba en esa tarea, las palabras “monte”, “maleza” y “humo” evocaron en mi mente una imagen difícil de olvidar. Aunque solemos ser frágiles de memoria, el recuerdo del día que no amaneció por culpa del humo de los incendios tardará en borrársenos. Permanecerá ahí como recordatorio de nuestra locura y aviso de los nuevos tiempos que tenemos que enfrentar. Porque de nuevo hemos tenido una primavera lluviosa que se alargó hasta mitad del verano y la maleza ha crecido espectacularmente. Si el otoño viene tan seco y cálido como los últimos años, nuestros montes se convertirán en inflamables depósitos de vegetación reseca a la espera de esa chispa que inevitablemente llegará.

Deberíamos estar poniendo ya todos los medios posibles para evitarlo. Deberíamos estar identificando las zonas más vulnerables, abriendo cortafuegos, limpiando pistas, desbrozando bosques y estableciendo sistemas de vigilancia. Pero me parece que la Administración también lo va dejando de un día para otro. Estamos en periodo preelectoral y da más votos el hormigón que la prevención. Tampoco veo a los “defensores de la naturaleza” desbrozadora en mano limpiando el monte. Es mucho más guapo cobrar las subvenciones por la cara. Me temo que nos esperan muchos otros días negros en el futuro.