Sé que esta carta está tan pasada de fecha como yo, de años. Sin embargo, expongo mi caso a Vuestras Majestades por si, ahora que han terminado de cumplir los sueños de los peques, pueden ayudarme. Vivo en un precioso lugar, llamado Asturias, que lleva décadas de crisis en reconversión y viceversa. Ahora mismo, grandes empresas, como Alcoa o Arcelor, pasan por graves dificultades, mientras otras, pequeñas y medianas, desaparecen, las minas se cierran, las ganaderías no encuentran relevo generacional, el aeropuerto pierde vuelos, los peajes suben y, en fin, nuestro atraso y aislamiento crece.
Sí, ya sé que la responsabilidad de enfrentar estos problemas recae en nosotros, los asturianos, y no en Vuestras Majestades. Mi petición es otra y se refiere al periodo electoral que se avecina. Porque, en medio de esta caótica situación, seremos llamados a las urnas en mayo y, hasta entonces, la demagogia, la desvergüenza y la palabrería política invadirán los medios, mientras los ciudadanos se desesperan sin encontrar un trocito de pared firme donde sujetar una alcayata. Por eso, lo que humildemente os pido, queridos Reyes Magos, es paciencia para aguantar el chaparrón sin deprimirme y sentido del humor para poder reírme de todas las babayadas que oiré sin sucumbir al cabreo.
Necesitaré, eso sí, grandes cantidades de una y otro, porque serán tiempos duros para la inteligencia. Ya nuestro presidente autonómico salió quejándose de la situación sin el más mínimo atisbo de autocrítica; como si él hubiera sido un simple espectador de la debacle; como si su partido no hubiese gobernado esta región durante todo el proceso; como si no hubiera habido despilfarro, corrupción, politiqueo y falta de visión de futuro; como si todo hubiera sido simple mala suerte. Otros se apresurarán a seguirle. Demagogos con recetas infantiles e infalibles, “istas” iluminados con peticiones absurdas y caraduras con promesas imposibles de cumplir serán nuestra dieta diaria. (Si usted, querido lector, cree que también necesitara una buena dosis de paciencia y sentido del humor, suscriba y envíe, quizás haya para todos)