Al menos la sesión de investidura no acabó en completo ridículo, pero las sesiones de “embestidura” previas fueron un fiasco. Ya no queda ningún Mihura de la oratoria parlamentaria. Los xatinos que por allí pululan mugen, pero no cornean. En una novillada de pueblo, serían devueltos a los corrales y apenas darían para una capea […]