Leemos que el déficit de las autonomías sigue desbocado, que, en consecuencia, van a subirnos los impuestos y apenas soltamos un bufido de fastidio resignado. Sin embargo, es difícil ensartar tantos absurdos juntos en una sola frase, incluso en una tan estúpida como esa. ¿Qué déficit?, para empezar. ¡Cómo que déficit! ¿Qué clase de administradores gastan más de lo que ingresan? ¿Tanto daño ha hecho la LOGSE a este país que nadie se percata de que eso lleva inevitablemente a la ruina? ¿No nos damos cuenta de que, después de haber saqueado los ahorros de nuestros padres y malvendido nuestro estado del bienestar, ahora pretenden robarles el futuro a nuestros hijos? Y no es algo puntual. “Sigue” así porque, después de todos los sacrificios que nos han hecho tragar a los contribuyentes, los administradores no han hecho ni uno, ni piensan hacerlo.
Lo de las autonomías cae totalmente en el terreno de lo absurdo y sería un buen material para una comedia si no resultase una tragedia para los más necesitados, que son los que sufren las consecuencias. El que afirmó que descentralizando la administración se aumentaría su eficiencia debía estar pensando en algún otro país porque, en este, lo único que hizo fue multiplicar el coste y el nivel de corrupción. Donde antes había un solo Presidente del Gobierno con su correspondiente camarilla, ahora hay veinte presidentes y veinte camarillas peleándose entre ellas para ver quién se lleva el mayor trozo del pastel.
Así que, ¿van a subirnos los impuestos para controlar el déficit? ¡No fastidien! Mientras no se acabe con el despilfarro y la corrupción poco importa que aumenten los ingresos. Por mucha sidra que echemos en una barrica, nunca la llenaremos si no tapamos los agujeros. Y las “barricas” autonómicas, incluida la nuestra, tienen tantos “furacos” que más bien parecen nasas. El problema no es que la Administración sea deficitaria, es que los administradores son extremadamente deficientes. Eso es lo que tenemos que arreglar. ¡Dejémonos de “tiritas” y cortemos la hemorragia o lo tenemos claro!