El Principado ha incluido a los parques de Ferrera y del Muelle en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, declarándolos Jardines Históricos, y por tanto contarán con protección patrimonial.
Llegará un día en que los cruceros atracarán al costado de un bosque del siglo XIX, una gran alfombra vegetal que tiene plantados en uno de sus extremos una capilla gótica del siglo XIV y una pequeña iglesia (siglo XII) que se desparrama entre estilos románicos, góticos y barrocos.
Los pasajeros al bajar a tierra pisarán un prado y caminarán entre árboles centenarios (tilos, álamos y chopos) y jardines primorosamente trazados; parterres y soportales vegetales con plantas de temporada; estatuas adquiridas en el siglo XIX basadas en motivos mitológicos griegos y que tienen su original correspondiente en el Museo del Louvre; un monumento escultórico dedicado a un marino del siglo XVI, Pedro Menéndez de Avilés, fundador de la hoy considerada, mayormente, ciudad más antigua de los Estados Unidos de América; otra obra escultórica de cerámica multicolor plantada en 2008, así como una sorprendente estatua a una foca que llegó a Avilés en 1951 ¿desnortada? En cualquier caso es un guiño al cosmopolitismo y a la ‘coña marinera’ que supone el hecho de que esté oficializado el homenaje a una foca desde 1956.
Verán los viajeros un letrero que pone «Parque del Muelle. Jardín Histórico de Asturias» ante un templete musical modernista de mucho postín y a juego, su cúpula, con la de un edificio que tiene casi enfrente y que fue Gran Hotel.
Los visitantes llegarán ante una espectacular manzana de viviendas ante la cual se acaba el verde (en el antiguo terreno, que en su día ocupó la plaza de Pedro Menéndez).
Los folletos les darán tres opciones de entrada al famoso casco antiguo de Avilés: una es frente a ellos y les invita a acceder por una gran arcada a una de las más originales plazas de España, construida en el siglo XIX, dedicada a mercado, y con un espectacular perímetro rectangular de edificios de galerías y el bajo soportalado con columnas y rejería de hierro fundido.
Otra es a su derecha por una estrecha calle (La Estación) lleva al medieval barrio marinero de Sabugo donde está la famosa plaza del Carbayo y su iglesia del siglo XIII.
Y la tercera es a la izquierda por cualquiera de dos empinadas calles (La Fruta y La Ferrería) de origen medieval –separadas por un palacio barroco del siglo XVII– que los llevarán a la plaza de España (o El Parche, actualmente el más artístico entre todos ellos) corazón del casco histórico avilesino.