El pronóstico del tiempo para ese día era bastante favorable: sol asegurado, buenas temperaturas,…Tenía que aprovecharlo al máximo.
Un bocadillo en la mochila, anotaciones de las carreteras por las que iba a rodar,cámara de fotos y el teléfono móbil con la batería cargada por si hubiera cualquier incidencia durante la ruta.
La primera vez que ví las imágenes de Bejes en una red social, (a lo que se unió la crónica que hizo sobre el mismo Paco Labrador y que tanto me gustó, como de costumbre), hicieron que este pueblo pasara a formar parte de mi mapa de destinos favoritos.
Desde el pueblo de La Hermida, en el Desfiladero del mismo nombre, una carretera ascendente de unos 6 kms, con alguna curva de herradura, me lleva hasta este bello lugar.
Las casas parecen estar encajadas en la montaña…..
El entorno es idílico. Una delicia para cualquiera. De hecho, desde Bejes parten numerosas rutas de senderismo y montañismo.
Aquí se elabora el famoso queso azul con denominación de origen Picón Bejes – Tresviso. Es fácil encontrar un sitio dónde comprar uno con estas indicaciones.
Si me gustaba el pueblo antes de conocerlo, después de mi visita, me encantó. Es un ejemplo claro de que, a veces, si uno se desvía de las carreteras principales(en este caso, un ramal del famoso Desfiladero) podemos encontrar parajes tan fascinantes como este.
Espero que, a partir de ahora, Bejes también entre a engrosar vuestro mapa de futuros destinos.V´SSSSSSS.