Este es, sin duda, uno de esos lugares a los que no me cansaré de volver. La primera vez que lo visité fue con mi amiga Claudia cuando regresábamos de hacer la ruta de senderismo que lleva a la cascada de Méxica. Es un recorrido corto, aproximadamente unas dos hora, así que busqué algo más que ver por la zona y menuda sorpresa me llevé cuando ví las fotos de este precioso lugar.

A pocos metros de la carretera y sin señal ninguna de su ubicación ( como si quisiera seguir escondida) encontramos esta joya de la Naturaleza enmarcada en un paraje idílico.

Desde Navia rodamos por la carretera que va hacia Villayón, la AS-25 y, tras encontrarnos la bifurcación, seguiremos por la VY-2 en dirección Navelgas.

No fue muy difícil encontrarlo por la presencia de un adorable molino que no debería pasar desapercibido. En esta zona podemos disfrutar de unas hermosas vistas.. Aunque la verdad es que en Asturias da igual hacia donde vayamos. La tierrina siempre nos sorprende.

Aún no ha empezado la dura temporada de nieves y las montañas se ven bastante “ limpias “ aunque sus cimas auguran que todavía nos queda mucho invierno.

Un sendero al lado del molino nos lleva a la escondida cascada. Es más preciosa de lo que recordaba.. Uno desea no irse y disfrutar del momento…

Es curiosa la cueva por la que se deslizan sus aguas y que, como lágrimas, caen sobre las negruzcas piedras tan características de esta zona creando un efecto digno de fotografiar. Uno puede meterse dentro y sentirse parte de este fenómeno.Parece ser que antiguamente en ella se realizaban aquelarres. No resultaría difícil que cualquiera que viera una foto de este lugar pensara que se encuentra en algún país tan fascinante como Noruega, Alemania,.. Pero no, esto es en Asturias. Esto es en casa.

Y pensando que aún nos queda otro sitio por visitar  nos vamos sabiendo que regresaremos pronto. Ya cerca de Navia, a unos 11 kms aproximadamente, otra maravilla junto a la carretera: el Pozo Mouro.

Aunque el molino está mal conservado la belleza del lugar es tanta que hasta se te olvida y centras tu mirada en la pequeña cascada.

Dos lugares que creo que merecen darse más a conocer. Dos tesoros de Villayón que ejemplifican esos rincones escondidos de nuestra geografía que tanto nos gusta descubrir. Porque si hay algo que estoy aprendiendo es que cuanto más exploro, más descubro y cuanto más descubro más cuenta me doy de que no conozco nada.

 Espero que os hayan gustado estos rincones tanto como a mí. V´SSSSS.

Mapa de la ruta